Si perdemos la esperanza, perdemos el sentido de la vida, Mons. René Leigue, Arzobispo de Santa Cruz.

La Iglesia recuerda hoy, 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir recordamos a nuestros familiares que partieron al encuentro con El Señor, el Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra- Mons. René Leigue Cesari, presidiò la misa en la Basílica Menor San Lorenzo-Catedral Metropolitana. 

Homilía del Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra

Mons. René Leigue Cesari

Santa Cruz, 2 de noviembre 2023

Basílica Menor San Lorenzo-Catedral Metropolitana

Hoy, recordamos Día de los Difuntos

Es traer a la memoria, la vida de la persona que ya no está con nosotros, familiares de ustedes, es recordaron esa presencia en aquel tiempo de estas personas, no solamente recordar sino también es orar y en este día dedicado para eso, pienso que así lo entendemos todos, momento de oración por todo nuestros difuntos, todas las personas que han estado con nosotros y que ahora ya no están; pero si sabemos que de donde están, están en comunión con nosotros y eso lo remarcamos en el credo, cuando decimos que creemos en la resurrección y creemos en la comunión de los santos y creemos en la vida eterna, eso lo reafirmamos en el credo; entonces esto es lo que conmemoramos hoy, ese recuerdo de los difuntos esa oración que hacemos por ellos y esa confianza en Dios y también en esa comunión con todos los Santos, creo que por ahí va Jesús, cuando se encuentra con nuestra familia también de Lázaro y las hermanas pues se lamentan, porque ya Lázaro no está con ellas pero es algo que es parte humana también y a lo mejor a todos ustedes cuando han perdido un ser querido también viene eso; si tú hubieras estado aquí, la hermana le dice a Jesús: “si tú hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto”, creo que es el momento tan duro, tan difícil, tan doloroso cuando se pierde un ser querido y a veces se quiere buscar un culpable y a veces se la agarra con Dios, pareciera que es él el que se lo llevó y así nomás por castigo por lo que sea; siempre pasa eso y a veces ve ese Dios y cuántos familiares de ustedes, también es una realidad cuántos familiares después que ya esta persona ya no está con ellos, ya no vuelven a misa, se alejan de Dios porque pareciera que se quedan con eso, o que Dios se lo quitó y por culpa de Él es que ya no tengo a este familiar, pensemos que no esta realidad nosotros es la realidad humana nadie es eterno en este mundo, todos vamos por el mismo camino ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde?, no sabemos en qué momento nos llegará también hasta ahora pero el hecho es que tenemos que tener bien claro que todos vamos por el mismo camino, pensemos de que personas que tienen todo, tienen dinero para ir a los mejores médicos ¿acaso no han muerto también? ¿los poderosos no han muerto también? y así todas las personas, no es que pensamos que son inmortales todos mueren todos parten de este mundo.

Papas también han muerto, Obispos también, sacerdotes, es decir que la muerte cuando nos llega, nos llega y de esto tenemos que estar conscientes nosotros; de que no somos eternos en este mundo viviremos si y eso lucharemos en esta vida cada día haremos ese encuentro con el Señor, buscaremos siempre lo mejor, hacer las cosas bien pensando en eso que el señor nos ofrece: “la vida eterna”, de eso si tenemos que trabajar en este mundo para conseguir ese premio que Él nos ofrece pero quedarnos en este mundo por la eternidad eso no se va a dar.

Vivir si en la vida que el señor nos ofrece por la eternidad eso si nuestra esperanza y nuestra fe está ahí entonces mientras estamos en este mundo luchemos por ello trabajemos hagamos lo imposible por no apartarnos de Dios, por estar con él, por ser fiel a lo que Él nos dice y de eso si nuestra fe está ahí, todo lo que Él nos dice pues se va a cumplir y Él nos dice yo soy la resurrección y la vida el que cree en mi aunque muera vivirá y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás.

La pregunta que le hace Jesús a esta hermana de Lázaro ¿crees esto? ella responde que si la pregunta también para nosotros: ¿creemos en esto que dice Jesús? y si es así entonces, el momento de la separación de ser querido, es verdad que nos duele, nos entristece, pero nuestra esperanza está ahí más allá en esto que dice el Señor la resurrección y la vida.

Creo que después de que pase un tiempo cuando llega el ser querido y ya está con nosotros pero si a lo mejor lo pensamos así y es momento para decirle al Señor: “Gracias Señor por la vida de este ser querido, gracias por todo lo que le ha dado y gracias también porque ya se adelantó, dar gracias a Dios porque ya se nos adelanta a nosotros. Nosotros que seguimos en este mundo con tantos problemas sufrimiento, tristeza, dolor, nuestra esperanza está ahí está ahí alguien también que ya intercede por nosotros, entonces eso lo pensamos y a lo mejor lo vimos después que pasa en un momento tan difícil, tan doloroso, cuando en la partida de un ser querido después lo pensamos ya de esa manera y ahí está nuestra esperanza, ahí está nuestra fe y hoy día entonces recordamos a estos seres queridos, oramos por ellos y es el momento para hacerlo, pedimos que el Señor siga purificando su falta y que también interceda por nosotros, que seguimos en este camino y que le crezca también con nosotros y seguimos en este mundo con tantas dificultades y tantos problemas, pero a pesar de eso nuestra esperanza está en Dios, si perdemos esperanza, perdemos la fe en Dios perdemos todo, perdemos el sentido de la vida, así que esa es nuestra fortaleza de nosotros y pidámosle a Dios de verdad que Él nos acompañe, nos de la fortalece en un momento difícil y que nosotros no perdamos esa esperanza y esa fe en Dios y que nuestra respuesta sea también como la hermana de Lázaro: “Si Señor, creo que Tú eres el Mesías el Hijo de Dios, el que debe venir al mundo”; que sea también esa nuestra respuesta en nosotros cada día, creemos en Dios, que es Jesús, el Hijo, que vino a este mundo para dar su vida por nosotros, para que nosotros tengamos vida y vida en abundancia.

Nosotros celebramos la vida, no celebramos la muerte, celebramos la vida conmemoramos la muerte, recordamos la muerte, recordamos a nuestros seres queridos, celebramos la vida esa vida que Dios nos ofrece, sigamos orando por nuestros difuntos y por nosotros mismos también, como les decía, no sabemos cuándo nos toca pero que tenemos que estar preparados para ese encuentro con el Señor y eso es lo que tenemos que hacer cada día, ser fieles al Señor, cumplir lo que Él nos dice, que sea así, que demos esa respuesta al Señor: Creemos en la Vida, creemos en la Resurrección. Que Así sea.

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