Iglesia reitera llamado al diálogo y el respeto al hermano

“Somos diferentes y podemos tener visiones muy distintas, pero compartimos un solo país”, señaló Mons. Ricardo Centellas, Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, a tiempo de “proponer al país una tregua social amplia para afrontar estos momentos críticos que estamos viviendo.”

Durante el discurso de Inauguración de la 109 Asamblea Plenaria de los Obispos de Bolivia, que se desarrolla en Casa de retiros Cardenal Clemente Maurer – Cochabamba, del 11 al 16 de noviembre.

“Compromiso con la vida”, titula el último subtitulo del discurso que señala la importancia de recuperar los valores ancestrales de los pueblos originarios para solucionar los problemas en base al diálogo y al respeto, “fomentando una cultura de vida y no de muerte, de acercamiento y complementación y no de confrontación”.

“Somos diferentes y podemos tener visiones muy distintas, pero compartimos un solo país con la riqueza de nuestras culturas, por eso estamos llamados a buscar espacios de encuentro fraterno, abrirnos a un diálogo sincero y cercano, apostar por una cultura de paz”, señala el mensaje de Mons. Centellas.

Este sexto punto del discurso alienta a caminar juntos en unidad, para encontrar soluciones que favorezcan a todos.

Ante la situación sociopolítica y económica actual, Mons. Ricardo considera que es muy delicada y propone al país “una tregua social amplia para afrontar estos momentos críticos que estamos viviendo”.

DISCURSO EN LA CIX ASAMBLEA DE OBISPOS DE BOLIVIA.

Noviembre de 2021

Bienvenidos hermanos Obispos a esta CIX asamblea. Es una oportunidad para encontrarnos, compartir experiencias y orientaciones pastorales en el servicio de la evangelización. Que Dios nos renueve con su espíritu para ser fieles a la misión que nos confiaron.

Saludo fraternalmente a Monseñor Angelo Accattino, Nuncio Apostólico en Bolivia y al Reverendo Padre Aghabious Gergis, nuevo Secretario de la Nunciatura.

Mons. Iván Vargas, bienvenido a la vida de comunión Episcopal y bendiciones en tu nueva misión en esta Iglesia de Cochabamba.

Saludo también a los representantes de los distintos sectores de la Iglesia, a los colaboradores de la Conferencia Episcopal, a los medios de comunicación y a todo el Pueblo de Dios.

Misión de la Iglesia.

Nuestra misión es evangelizar, presentar a la persona de Jesús al mundo de hoy para que lo conozca y asuma su estilo de vida con opciones claras y definidas, una vida llena de misericordia y perdón, de fraternidad y solidaridad, de justicia y paz.

Hace poco iniciamos el proceso eclesial del Sínodo de la Iglesia Universal: Por una Iglesia Sinodal de comunión, participación y misión. Y como indica el Documento Preparatorio N. 32, la finalidad es: hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos.

Tiempo para escuchar al Espíritu Santo y que toda la vida de la Iglesia esté inundada por su fuerza y motivación. Sigamos apostando a ser una Iglesia misionera y no de museo, profética y no muda, valiente y no llena de miedo. Es hora de responder a los desafíos actuales y no detenernos en discusiones mediocres y estériles. Ven Espíritu Santo y renueva a tu Pueblo.

Hay que seguir adelante con la conversión pastoral en clave misionera, superando la formalidad y el inmovilismo. Sinodalidad es caminar juntos y aprender a decidir juntos en la vida y misión de la Iglesia, asumir la corresponsabilidad como fruto de consensos y no de imposiciones, fruto del encuentro y discernimiento fraternal, buscando las mejores alternativas para la vida en comunidad. Optemos por la cultura de la escucha, Dios habla a través de su Pueblo y de los hechos históricos que le toca vivir. Escuchar y leer la realidad con objetividad nos permitirá discernir adecuadamente los signos de los tiempos.

Nuestra realidad. Pobreza.

La pobreza causa desigualdad social y en la actualidad castiga a muchas familias bolivianas. La mala distribución e inversión de los recursos del Estado no ayuda a iniciar procesos sostenibles de desarrollo integral para todos.

En Bolivia, aproximadamente, estarían dos millones de personas en esta situación de vulnerabilidad y de retorno a la pobreza. Es el momento para construir sistemas de protección social, como estrategia para prevenir retrocesos y agudización de la pobreza. La desocupación en el segundo trimestre de 2021 es alta, 7.6%, además en un clima de incertidumbre y creciente escenario de conflictividad.

Cambio energético y sistema económico.

En 2014, los Obispos de Bolivia, advertimos del riesgo que suponía la excesiva dependencia económica y energética de los hidrocarburos.

En 2015 comienza a caer la producción de hidrocarburos, también los precios internacionales, lo que provoca menos ingresos para el país y se acaba la bonanza económica.

Es posible aprovechar mejor la riqueza natural del país y generar electricidad a partir de fuentes solares, eólicas o geotérmicas dando sostenibilidad energética a la población y asumir emprendimientos industriales que diversifiquen la economía nacional. La débil reactivación económica no logra superar la insostenibilidad del actual modelo de desarrollo económico rentista.

Censo.

Más del 70 % de la población está concentrada en el eje del país. Esta situación muestra, ausencia de políticas de desarrollo rural, en consecuencia, genera migración forzosa para mejorar su condición de vida.

Por esta razón, el censo de población y vivienda anunciado para noviembre del 2022, conviene que sea un proceso de amplia participación, desde el Instituto Nacional de Estadísticas, y otros organismos peritos en el tema, de manera que, veamos un proceso oportuno, imparcial y de alta calidad. Necesitamos saber, cuántos somos, donde estamos y como nos encontramos para poder planificar el desarrollo y la adecuada atención en sus necesidades vitales a los sectores más vulnerables, los pobres.

Los Jóvenes.

Bolivia desde 2015 y por 30 años vivirá el «bono demográfico», donde la población joven es mayoritaria y se convierte en una oportunidad para el desarrollo; paradójicamente, es la población abandonada a su suerte. Sólo dos de cada 100 jóvenes en Bolivia tienen buenos empleos, 98 tienen empleos precarios, con remuneración por debajo del salario básico mensual.

Compromiso con la vida.

Recuperemos los valores ancestrales de nuestros pueblos originarios de solucionar los problemas en base al diálogo y al respeto al hermano, fomentando una cultura de vida y no de muerte, de acercamiento y complementación y no de confrontación.

Somos diferentes y podemos tener visiones muy distintas, pero compartimos un solo país con la riqueza de nuestras culturas, por eso estamos llamados a buscar espacios de encuentro fraterno, abrirnos a un diálogo sincero y cercano, apostar por una cultura de paz. Si somos capaces de caminar juntos en unidad, es más probable encontrar soluciones que favorezcan a todos.

La situación sociopolítica y económica actual es muy delicada. Es hora de integrarnos y no de dividirnos. Queremos proponer al país una tregua social amplia para afrontar estos momentos críticos que estamos viviendo.

Contamos con la presencia de Dios en nuestras vidas y en nuestra historia. No puede faltarnos nuestra oración confiada y serena que nos impulse a encontrar tiempos mejores con su ayuda.

Que nuestra Madre la Virgen María acompañe nuestras deliberaciones por el bien de nuestra patria Bolivia.

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