“El Mayor Regalo”: ¿Por qué vale la pena hacer una película sobre el perdón?

¿Por qué vale la pena que hacer una película sobre el perdón? Juan Manuel Cotelo, director de películas como La Última Cima y Tierra de María, prepara el estreno este 9 de noviembre de su nueva producción, “El Mayor Regalo”, y nos explica por qué sí vale la pena hacer cine sobre la reconciliación.

En diálogo con EWTN Noticias / ACI Prensa, Cotelo es tajante: “estamos ya saturados de historias en los que el final feliz es que alguien mate a alguien”.

“Estamos ya saturados, estamos hartos, al menos yo, de ver cómo la ética que muchas veces se ha propuesto en el cine es la venganza. Y eso, llevado a la vida real no funciona”, dijo.

El Mayor Regalo, una película a la que Cotelo, junto a su productora Infinito + 1, ha dedicado cuatro años, recoge testimonios en Francia, España, Irlanda, México, Colombia e incluso Ruanda, donde hace poco más de 20 años un genocidio étnico acabó con cerca de un millón de vidas.

Sobrevivientes de atentados, ex paramilitares, parejas separadas y reconciliadas. Estas y otras historias de vida son presentados con un mensaje claro: el perdón es posible y da fruto.

Cotelo señaló que “en el cine, siempre está el recurso de que pones un cartel, se acabó, ‘the end’, y aquí acaba la película. Pero en la vida real, siempre que hay venganza ni es final ni es feliz, es el comienzo de una serie interminable de capítulos tristes. Así que no funciona esa solución”.

“¿Por qué hacer una película del perdón? Porque es verdadero, porque es positivo, porque es sanador, porque es una esperanza fundada en hechos reales. Así que yo creo que ya es hora de empezar a promover en serio los finales felices en nuestra sociedad”.

Al reflexionar sobre su expectativa por aquellos que vean la película, que será llevada luego por diversos países de América, Europa y África, el director de El Mayor Regalo asegura que “yo no espero nada del espectador, lo deseo todo”.

“Yo hago mi trabajo y confío en que no sea una pérdida de tiempo, que no se limite a entretener al espectador, que el objetivo no es llenar butacas vacías ni estrenar en varios países. La esperanza, el deseo, que no se puede exigir a nadie, pero lo cierto es que sucede, es que el espectador reciba, a través de la pantalla, una invitación amable a amar más”, aseguró.

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