Afirma la Iglesia Católica que es posible avanzar en el camino del diálogo siempre y cuando se renuncie a intereses personales

La coyuntura internacional y nacional de violencia y confrontación, la posibilidad del diálogo entre posiciones distintas, la falta de voluntad de construir respuestas a las necesidades básicas, el cambio climático, los incendios en tierras ancestrales, fueron algunos temas abordados en el Mensaje al Pueblo de Dios en la segunda Asamblea ordinaria de los obispos de Bolivia, de este año.

Desde la casa de retiros “Cardenal Clemente Maurer” de la ciudad de Cochabamba, se dio lectura al Mensaje de los obispos, en la voz de Mons. Giovani Arana, Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) en compañía de Mons. Aurelio Pesoa Ribera, presidente de la CEB y el Mons. Ricardo Centellas, vicepresidente de la CEB.

Fueron 6 días de trabajo de una agenda apretada en donde los obispos de Bolivia analizaron diferentes temas que preocupan al país, sobre todo el cuidado de la Casa Común y el medio ambiente, sin dejar de lado, los aspectos, económico, social y político.

El documento, leído por Mons. Arana, está dividido en 4 partes, Artesanos de paz, Caminar juntos en comunión, Participación y misión, y el cambio climático: un drama que convoca a todos y como conclusión las palabras de, que Brille la esperanza.

“Cuando los señores de la guerra deciden sobre la vida de los demás, se toman el lugar de Dios y destruyen la vida de otros seres. Se hacen sordos al grito de la paz y al diálogo que la humanidad tiene ahogado en los pechos de la mayoría de seres humanos. ¡Que no callemos este grito y que se vuelva realidad en la acogida del Señor! “Dios bendice a su pueblo con la paz” nos confirma el salmo 29. ¡Que esta bendición podamos acogerla en todo el mundo y en nuestro país!”, reza una parte del mensaje.

En cuanto al caminar Sinodal de la Iglesia (que acabó su primera sesión mundial en Roma el 29 de octubre), nos muestra que sí es posible avanzar en este camino, “y dialogar entre posiciones distintas, siempre y cuando se renuncie a intereses personales y de sectores para pensar éticamente en el bien común, mirando a los demás como a hermanos y no como a competidores”, indica el texto.

En el tema del cambio climático y los incendio en la selva, estos están siendo utilizados para sacar tierras ancestrales a poblaciones originarias y antiguas, “que hasta hoy han sido guardianes de la selva, para dar campo a la ocupación promovida y favorecida desde algunas instituciones burocráticas del Estado”.

Y a nivel país, dice el manifiesto , se sufre el impacto del cambio climático, con temperaturas elevadas y sequías, que es consecuencia de acciones irresponsables y egoístas, “ que se fue perpetuando con el tiempo”, la contaminación de los ríos por parte de la minería afectó la salud de la población, “y se ha vuelto instrumento de enfermedades y contaminación física y moral”, es una realidad que llama a cada uno de los habitantes del país a defender la naturaleza para proteger la vida de todos y a tomar acciones cotidianas de cuidado con el medio ambiente. Refiere Mons. Arana.

Y culmina el mensaje pidiendo al Señor que el Adviento, camino a la Navidad, sea un tiempo de gracia, de gozo y de conversión, “para poder expresar nuestra voluntad de vida. El nacimiento de Jesús nos ayude a romper las tinieblas y nos haga capaces de cantar juntos: ¡Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres que ama el Señor!

FUENTE: Noticia CEB

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