La Vicaria San Lorenzo unido a todas sus parroquias y fieles laicos participaron de la romería al Santuario de Cotoca. Con esta presencia se inauguró la novena a la Santísima Virgen de Cotoca. Esta fue la primera noche por lo que también mucha gente se volcó para el Santuario Mariano.
El día martes 29 de noviembre a partir de las 16:30, todos, sacerdotes, hermanas, laicos, y servidores de todas las parroquias de la Vicarias, nos reunimos en el ingreso al pueblo de Cotoca y desde ahí fuimos rezando el santo rosario, acompañados de cantos y silencios. Un momento tan especial donde la comunidad de la vicaría se encontraba unida. Pasada la procesión todos nos dispusimos a recibir la confesión., hasta la llegada de la Eucaristía.
La Eucaristía la presidio el P. José María Hernando, Vicario Episcopal de la Vicaria san Lorenzo, que reúne a las varias parroquias: La Santa Cruz, La Merced., San Martin, Guadalupe, La Resurrección, Santa Rosa de Lima, Nuestra Señor de Aparecida, Nuestra Señora de los ángeles. La Catedral.
En la Eucaristía se presentaron las ofrendas por parte de las diferentes parroquias, que ofrecieron como signos de nuestro compromiso de “Ser artesanos de paz”, promoviendo una cultura de respeto a los demás, a través de la vivencia de los valores del Reino de Dios. Además, que los signos son sueños de vivir el futuro de nuestra relación con la vida, se pensó en la patrio y se pidió por la unidad.
En la Reflexión el P. Hernando, enfatizó en la vivencia de esta devoción a María. Nos recordó toda la experiencia del Árbol de Jesé que nos dará origen a nuestro Señor Jesucristo desde la unidad al Padre, de la estirpe de David. Recordó que el profeta hace un anuncio para todos los pueblos donde se ve la esperanza de los pueblos, que nacerá un mesías y también que convivirá con todo y transformaría.
La mayoría de las personas vivieron esta experiencia de fe lo disfrutaron. Fue una hermosa visita al Santuario de la Virgen de COTOCA, que unidos a los hermanos sacerdotes y laicos de la Vicaria San Lorenzo disfrutamos de la Primera noche de la Novena. Cada uno llegó con sus sueños y esperanzas. Además de que esta experiencia la vivimos después de varios años, impedidos por la pandemia. Ahora felices de estar a sus pies dispuestos a servir al Señor con tanto amor y entrega.
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