Yuquis y yuracarés son altamente vulnerables a la Covid. Página Siete visitó sus comunidades.
Aislados y sin servicios básicos, como agua potable o energía eléctrica, más de 1.500 yuquis y yuracarés afrontan la pandemia ante el olvido de autoridades. El 50% de la población de ambas comunidades -más de 700 personas- contrajo el coronavirus. No se registró ningún deceso, aunque el riesgo es latente por la alta vulnerabilidad de estos pueblos indígenas.
De acuerdo con el último reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), hasta mediados de septiembre en las naciones indígenas de Bolivia se habían registrado 2.834 casos positivos y 16 fallecimientos a causa de Covid-19.
Estos pueblos que habitan en el trópico cochabambino son considerados en riesgo de extinción debido a su aislamiento y a la falta de servicios, lo que los expone a enfermedades y el peligro crece ante la pandemia. Los centros de salud son insuficientes, los médicos pocos y los insumos escasos.
Los yuquis son más de 300 y viven en dos comunidades: Bia Recuaté, que pertenece al municipio de Chimoré, y Pachino, a Puerto Villarroel, ambas separadas por el río Chimoré.
Los yuracarés son más de 1.000 y habitan en seis pueblos dispersos en el municipio de Puerto Villarroel. Ambas naciones originarias conservan su idioma y su cultura viva.
Fuente; Pagina siete
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