Como para no creer. Este domingo 23 julio, día de la amistad, el arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz, nos hizo una grata y saludable visita. Nunca se lo podría imaginar, que el arzobispo, sin ningún tipo de protocolo, simplemente con ese su deseo de compartir con la comunidad, se apareció en una de las capillas de la parroquia San Martin de Porres. Lo hizo así porque es su forma de ser.
El en varios momentos va recomendando, a los sacerdotes de la Arquidiócesis, que debemos de ser sencillos y cercanos a la gente. Nos recuerda que el Evangelio de Jesús es para alegrar a la humanidad. Y que las actitudes reflejan más que las palabras. Pues, ahí estaba él, en medio de la una comunidad pequeña, sencilla, pero acogedora.
Cargado de su mochila, entró y poco a poco fue saludando a los miembros de la comunidad que llegaban para la misa. Y ya en la misma celebración, no había nada extraordinario, lo único era su presencia, una buena noticia de cercanía y amistad.
Su mensaje muy compartido, es más, hasta dialogado, porque él en medio de las preguntas construía su reflexión. Algunos ya lo habían visto en la misa de la Catedral y el hecho de tenerlo así de cerca, fue una gran bendición.
Dijo Mons. “Mejor llegar y compartir, porque si digo que voy a visitarlos, el párroco va organizar muchas cosas y no necesariamente, refleja la realidad. Mientras que una visita así, lo veo saludable. Además, yo pasaba por el templo de la parroquia San Martin, y pregunte qué hora había la misa, y bueno, me dijeron que esta misa empezaba a las 10 y aquí estoy”.
El párroco, P. Guillermo Siles Paz, en la celebración agradeció este gesto, y también expresó su sorpresa. “Gracias Monseñor René, por aparecerse y compartir. Realmente me sorprendió gratamente. Pienso, que usted como pastor cada día nos sorprende con su coherencia, de sencillez, palabra y vida. Usted trata de ser un pastor que escucha y quiere ver, cómo está la vida de su Iglesia. Esta es su iglesia y Gracias por compartir esta misa”.
Mons. Rene Leigue presidio la eucaristía, y en su homilía nos recordó sobre la cizaña que a veces está en nosotros mismos. Decía: “a veces nos dejamos llevar por los comentarios, en vez de frenar seguimos y nos alimentamos negativamente. Dejamos que el enemigo nos domine y nos lleve por mal camino. Y nosotros cómo estamos con nuestra relación con Dios, y si somos capaces de escuchar a Dios y vemos las cosas buenas de la gente o solo vemos las cosas negativas de las personas… Debemos de cambiar nuestros comportamientos”.
Terminada la misa, como siempre unas fotos, y mientras compartía con la gente, se sirvió una salteña y su soda. El atentamente escucha a la gente, que le agradecía este gesto tan simbólico.
Así son los comentarios de algunos feligreses de la capilla María Reina.
Agapito Correa, “una gran sorpresa y buena bendición, para todos nosotros y además que nos dio un gran sermón, y llenarnos de mucha fe y fortalece para terminar todas las obras y estar animados para servir a la Iglesia”
Hidemi Miyazono: “Me alegro al verlo un hombre tan sencillo, tan humanitario y entregando a su comunidad y su gente, porque eso le invite y dije que esta es su casa y le invite para que retorno. Para nosotros que somos del pueblo, verlo al monseñor en la catedral es como verle como algo inalcanzable y ahí no nos podemos acercarnos y saludarlo. Y tenerlo cerca nos dio emoción.
Corina Oropeza: “Gracias por su mensaje sencillo, sobrio y substancioso. Nos alegró el día y nos ha dado jubilo”.
Griselda Lijeron: “Mucha alegría, decirle que le queremos muchísimos, y que siga las visitas. Así vaya construyendo la iglesia. que continúe su misión de estar cerca de su comunidad para construir el Reino de Dios”.
Guido Rios: “Es una gran belleza que nuestro pastor venga y nos visite, porque su visita nos alegra y motiva en la fe. Siento mucha emoción porque saludarle, hablarle de cerca nos hace amigos. Escucharle y saber que es uno de los nos nuestro, de nuestro pueblo y que ahora nos escucha. Hace que este día sea para nosotros inolvidable, Gracias monseñor por su visita”
Cecilia Medeiros: “Fue muy emocionante, una sorpresa que no me la esperaba, además su sermón llenó mi corazón del Espíritu Santo, a ratos tenía ganas de llorar, fue bellísimo, ojalá que vuelva seguido”.
Capilla Mari Reina.
La parroquia San Martin de Porres tiene varias capillas y una de esas capillas es Mari Reina, y está ubicado en la Av. Bush y 3er anillo externo. Su festividad es el 22 de agosto cuando se celebra a María Reina del Universo. Es capilla fue fundaba el año 1987 por iniciativa de los vecinos y la misma iglesia cruceña. El trabajo fue muy dedicado y duró unos dos años, culminando la construcción en 1989 siendo dos años importante para establecer los cimientos de nuestra comunidad. El mayor entusiasmo estuvo en los amigos, pero con el apoyo de la Ducal, que estaba en la zona. Su presencia estaba en la jurisdicción de la parroquia La Santa Cruz. Durante estos años la comunidad estaba siempre bien atendida por sacerdotes, seminaristas y diáconos. Todos los domingos estaban atendidos y disfrutando dinámicamente.
Los misioneros Oblatos de María Inmaculada asumen esta capilla como parte de la parroquia San Martin el año 2012. Pronto estarán haciendo su bendición de la capilla que fue reconstruida.
Por: P. Guillero Siles Paz, OMI
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