Amparo Carvajal, activista de Derechos Humanos, reclama su sede de la institución.

Una activista española de 84 años trepa por una escalera de mano para retomar una sede de Derechos Humanos-

Amparo Carvajal dice que se quedará «hasta morir» en una terraza de la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia

La activista española de 84 años Amparo Carvajal trepó este martes con ayuda de una escalera de mano hasta la terraza de la sede de la privada Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), en un intento por retomar el edificio ocupado hace más de un mes por un grupo afín al Gobierno de Luis Arce.

«He tenido que salir a comprar de la vigilia una buena escalera, pero se han sorprendido pensando en que no podía subirla, pero he podido», dijo Carvajal a los medios, entre ellos Efe.

Carvajal mantuvo desde hace casi 40 días una vigilia en la puerta posterior del edificio de la Apdhb en La Paz, luego de que un grupo de personas, a principios de junio, ingresó a la institución para desalojar a los activistas que trabajan ahí y luego tomar esos ambientes.

Desde ese momento, la Policía custodia la sede de la Apdhb.

Los dirigentes liderados por Édgar Salazar, un activista señalado de tener afinidad con el oficialismo, aseveran que tienen los derechos sobre el inmueble y la representación legal de la institución porque supuestamente fueron elegidos como sus representantes en diciembre de 2021, en una elección desconocida por los sectores que lidera Carvajal.

Esta jornada, Carvajal intentó ingresar a esas oficinas con las llaves que tenía y acompañada de un cerrajero, pero no lo logró.

Después, la mujer de 84 años consiguió una escalera de mano, la apoyó con la ayuda de otras personas en una pared lateral y la trepó hasta que llegó a una pequeña terraza situada en el primer nivel del edificio, en donde aseguró que se quedará «hasta morir».

«Esto es consecuencia de una vigilia que se mantuvo durante 37 días desde el momento en que fue avasallada la Asamblea por Édgar Salazar y otros seguidores afines al Gobierno», explicó a Efe el presidente de la Apdh de La Paz, Javier Quisbert.

El activista señaló que la directiva nacional, encabezada por Carvajal, intentó en este tiempo recuperar los ambientes de la Apdhb utilizando «varios recursos legales, pero todos salieron desfavorables» y que son actos «digitados por el Gobierno».

Carvajal «tiene que tomar una pastilla diariamente» debido a la reactivación de un cáncer y pase lo que pase «no va a querer salir de ahí», declaró María Eugenia Cárdenas, la principal colaboradora de la presidenta de la Apdhb.

La Defensoría del Pueblo instó en un comunicado a los miembros de la Apdhb a «profundizar la búsqueda de soluciones en el marco de sus estatutos internos, bajo mecanismos que no vulneren los derechos de las personas».

En la víspera, la fuerza opositora Creemos anunció que pedirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que otorgue medidas cautelares a favor de Carvajal para que retome sus funciones.

Carvajal, nacida en Riaño (en León, en el noroeste de España), ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos en Bolivia desde hace más de 50 años.

En 1974 participó en la creación de la Apdhb, en plena dictadura de Hugo Banzer (1971-1978) y unos años después tuvo que salir del país por presiones del Gobierno militar de Luis García Meza (1980-1981), pero luego regresó para continuar su activismo.

En julio de 2016, Carvajal fue elegida presidenta de la Apdhb.

FUENTE: EFE

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