Mons. Leigue pide a los carismáticos. asumir un compromiso sincero, profundizar su fe y ser testimonio de vida en sus Parroquias

La Mansión desde hace 43 años congrega a miles de feligreses de Bolivia y de países sudamericanos en jornadas de predicas orientadas a la reflexión espiritual del evangelio.

Esta celebración Eucarística fue concelebrada por: Fr. Serapio Fuentes, Fr. Edwin Gonzales, Fr. Diego Ferrufino, Sacerdotes de la Orden de Predicadores y Sacerdotes que llegaron de diferentes países para acompañar este encuentro.Al iniciar su homilía el Pastor de la Iglesia Católica en Santa Cruz, dio la bienvenida a todos los hermanos y hermanas, que llegaron de diferentes países, departamentos y provincias, para ser partícipes del “43 Encuentro Internacional del Nuevo Pentecostés”, el mismo que se realiza bajo el lema: “Eucaristía, verdadera transformación en el Espíritu”.

Así mismo el prelado pidió disculpas por los inconvenientes que han tenido para llegar a nuestra ciudad por los diferentes bloqueos. A tiempo de aseverar que es una realidad que se está viviendo, una realidad muy dura, difícil, pero es una lucha por algo justo, dijo Monseñor.

Esto es algo que no se vive solo en Bolivia, si no a en varios países, siempre hay algo porque luchar, y no es que uno vaya en contra de algo, sino siempre se busca el bien de todos y todas. Y si no se escucha dialogando, el pueblo tiene la manera de como exigir sus derechos, dijo el Arzobispo.

Mons. Leigue afirmó que, ahí donde hay problemas es donde tenemos que ser más fuertes, tener fundamento en nuestra fe, porque cuando nuestra fe está como dice la escritura, cimentada en arena, se desvanece, pero cuando nuestra fe está fundamentada sobre la roca y en este caso la roca es el mismo Dios como dijo Jesucristo, no hay nada que la pueda vencer.

Que salgan de este encuentro con un compromiso sincero, sean laicos y laicas comprometidos y vuelvan a sus comunidades y contagien todo lo que han vivido aquí, pidió Monseñor.

Así también el prelado exhortó a los delegados que participan de este encuentro del Nuevo Pentecostés, asumir un compromiso serio y que vayan a sus comunidades y propaguen la Palabra de Dios en las diferentes Parroquias a la cual pertenecen.

Antes de la bendición final, Fr. Serapio Fuentes, director de la Mansión, agradeció a Dios por la vida de Mons. René Leigue, quien celebró la misa de inauguración de este encuentro. Así mismo agradeció a Dios porque a pesar de los inconvenientes por el paro indefinido muchos hermanos pudieron llegar.

La Coordinadora del encuentro, Margaret Velásquez, agradeció a Dios por este encuentro de fe, por la comunidad, que es Dios, Cristo Rey. Así mismo expresó su gratitud a Mons. René Leigue, el Pastor de la Iglesia local, que los acompaña en todo momento, animándolos a dar testimonio de la fe, que es Cristo, testimonio de vida y transmitir a otros hermanos. Y como decía él, vamos trasmitiendo para dar frutos de esta semana llenos del Espíritu de Dios y renovados en su presencia, vamos a dar testimonio de este Cristo Resucitado. Muchas gracias a todos y cada uno de ustedes, deseamos que tengan una semana bendecida con el Señor, gracias a todos los sacerdotes que nos visitan y nos acompañan, gracias a los diáconos, seminaristas y a todos ustedes, dijo la coordinadora de este encuentro.

El programa oficial del Encuentro Internacional que se realiza del 20 al 27 de noviembre en la Mansión, contempla la participación del padre José Eugenio Hoyos (Estados Unidos), padre Antoine Coelho-Francia y Omar Maytoreba (Ecuador) entre otros predicadores, quienes “a través del mensaje de salvación serán los portadores de la buena noticia de nuestro Señor Jesucristo”.

En cuanto a los talleres, estará disponibles para los asistentes: “Adoración al Santísimo”, “Espíritu Santo y la Eucaristía”, “Un corazón necesitado de alimento divino”, “Familias necesitadas de una transformación verdadera” y “Jesús, rostro verdadero de la transformación humana”.

Homilía Completa de Mons. René Leigue Cesarí, Arzobispo de Santa Cruz

Siempre para un cristiano, una persona de fe, las cosas no se acaban y las cosas no hay que mirarlas siempre con temor, el Papa dice: Un cristiano tiene que ser siempre alegre”, lleno de alegría porque sabe que no está solo, y sabe que fuera de todos los problemas, hay alguien que nos dice; hay que seguir adelante, no hay que perder la fe y la esperanza.

Ahí donde hay problemas es donde tenemos que ser más fuertes, tener fundamento en nuestra fe, porque cuando nuestra fe está como dice la escritura, cimentada en arena, cuando hay problemas, problemas serios que van en contra de nuestro propio credo las cosas se desvanecen, porque nuestra fe no tiene fundamento. Cuando nuestra fe está fundamentada sobre la roca y en este caso la roca es el mismo Dios como dijo Jesucristo, no hay nada que lo venza y lo haga caer, ese edificio que es la fe, y eso somos nosotros, eso son ustedes.

Este lugar es un lugar donde vienen muchas personas, no solamente hoy, cada domingo hay gente aquí y este lugar como decimos acá, revienta de tanta gente que viene para escuchar al Señor, para hacer sus oraciones, para encontrarse con él, para renovar su fe, y es ahí donde tenemos que estar atentos.

Espero que este encuentro sea para fundamentar nuestra fe, es bonito verlos cantar, saltar, gritar y decir frases, pero no nos quedemos en eso, si no que realmente cumplamos lo que el Señor nos dice. Yo hace 5 meses que asumí la responsabilidad como Arzobispo, una gran responsabilidad de llevar esta misión en la Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, y lo he asumido con alegría, en un principio con temor, si, lo sé porque como humano muchas veces no sabemos por donde ir y que hacer, pero si estamos en las manos de Dios seguro que iremos para adelante. Donde yo voy me dicen estamos orando por usted, yo les digo gracias por sus oraciones, que es fundamental en este caminar, pero también les pido algo más, el compromiso de cada uno de ustedes, que no se quede solamente en cantar, saltar y aplaudir, sino que ese compromiso salga de aquí hacia afuera.

Que este encuentro no se quede solo en decir que bonito encuentro, que bonitos talleres, que bonitas charlas y cuando salen afuera, no saben qué fue lo que dijo el predicador, salgan de aquí con un compromiso, sean laicos y laicas comprometidos y vuelvan a sus comunidades y contagien todo lo que han vivido aquí. Asuman un compromiso serio y vayan a sus comunidades y den testimonio de lo que han vivido aquí y propaguen la Palabra de Dios en las diferentes Parroquias a la cual ustedes pertenecen.

Somos personas de fe, somos personas creyentes y que es lo que pasa allá afuera, nos peleamos entre nosotros, nos insultamos, y eso no es correcto, no es bueno, si realmente tenemos fe en Dios, entonces sepamos escucharnos, sepamos dialogar, sepamos llevar adelante nuestros problemas. Cada uno piensa y dice las cosas como lo ve conveniente, pero eso no significa ser enemigos, Dios nos ha creado así, en la libertad que tenemos, pero esa libertad no la utilicemos solo para ver nuestros beneficios, solamente aquello que nos corresponde y me olvido del otro.

Vuelvan a sus comunidades  con el mensaje del Señor, de seguir adelante y seguir contagiando ese entusiasmo a muchas personas que están alejadas de Dios. Esas personas que están alejadas de Dios son las que hacen daño y nosotros como personas creyentes caemos muchas veces en la tentación de hacer daño ¿dónde queda nuestro testimonio?, aquí es donde tenemos que pensar, ¿qué tenemos que hacer? Entrar en ese ambiente tenso, responder de la misma manera, tenemos que hacer la diferencia entre la fe y la vida, la fe la alimentamos en este lugar y la vida la vivimos ahí afuera de donde vienen ustedes, de sus comunidades, de su trabajo, de su familia, de la realidad que tienen y es ahí donde tienen que rendir cuentas de su fe, es allá afuera el compromiso que tenemos.

Dentro del templo de oración nos miramos, nos sonreímos, nos saludamos, nos sentimos felices, pero salimos afuera y parece que no nos conocemos, eso estamos perdiendo también, somos personas de fe, entonces vivamos lo que el Señor nos enseña, lo mismo que aprendemos aquí adentro vivámoslo afuera.

El señor los invita que esta semana, sea una semana intensa de oración, de profundizar su fe y de llenarse del compromiso, de volver a sus comunidades para ser testimonio de vida y decir; vale la pena seguir al Señor, vale la pena se personas de fe y volver a sus comunidades y ser esa semilla para que siga creciendo ese encuentro con el Señor.

El Señor les dice; vayan y compartan lo que han vivido aquí, no se lo guarden para ustedes, no sean egoístas con lo que el Señor les da y compártanlo con los hermanos de sus comunidades y Parroquias. Reconozcamos a Cristo como nuestro Salvador, el es Rey del Universo, no lo confundamos con los reyes de la tierra, los reyes de la tierra solo buscan el poder, bienestar, sentirse felices y sentir aplausos de aquellos que lo apoyan, este Rey que es el mismo Jesús, es aquel que reconoce nuestras debilidades, es aquel que quiere sacarnos de nuestras debilidades, de los problemas y hacernos sentir felices.

Si nosotros seguimos a este Jesús, al Rey del Universo, escuchémosle, esa frase que él nos ha dicho:” Amen y serán amados”,” Perdonen y serán perdonados”, nosotros tenemos como líder, al Rey del Universo, nosotros tenemos que seguir su palabra, amar, buscar la paz, no la paz del mundo, si no la paz, perdonando y amando de otra manera y buscando la paz duradera.

Muchas veces la paz que quiere el mundo, es hacer desaparecer al enemigo, hacer daño al enemigo, pero después de un tiempo como está la conciencia de la persona que hace esto, ¿cómo quedará? La conciencia de un cristiano verdadero y sincero, no tiene que quedar mal, tiene que buscar la paz, pero esa paz que él quiere, perdonar y amar al otro. Les pido que aquí se manifieste el amor de Dios, aquí entre ustedes y que ese amor que se manifieste aquí siempre perdure y no sea sólo para un rato, sino que se sienta que vale la pena seguir al Señor, vale la pena hacer un esfuerzo para venir a este encuentro, vale la pena hacer un sacrificio por seguir al Señor. Que al final de este encuentro sientan de verdad, ese compromiso de ser personas de fe, mujeres y hombres de fe verdadera y duradera, quedémonos con esta frase que decía el buen ladrón como dice el Evangelio; “Acuérdate de mí Señor cuando estés en tu Reino”, y que vuelvan a sus hogares con esa confianza y ese amor que le tienen a él, que se manifieste en cada uno de los hermanos que estén a lado de ustedes, pero con el compromiso de compartir todo lo aprendido con nuestros hermanos, en ese hermano está la imagen de Dios, así que respetémoslo en su dignidad. El Señor quiere que nos amemos unos a otros, como él nos ha amado, “Acuérdate de mí Señor”, que así sea, Amén.

FUENTE; CAMPANAS

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