Médico implora instalar terapia intensiva en Montero

“La realidad en este momento se pinta bastante mala”, exclama el experimentado médico Enrique Echegaray en contacto con El Día. El galeno, que roza los 70 años, comanda junto a otros 12 profesionales de salud (seis médicos y seis enfermeras), la pequeña sala habilitada para recibir pacientes de Coronavirus (COVID-19) del Hospital Municipal “Alfonso Gumucio Reyes” de Montero.

En un largo relato, describe los aciertos, las limitaciones y las grandes carencias con el que se viene sobrellevando la titánica lucha contra la pandemia. Y no es para menos, hasta el momento, desde el primer caso reportado el pasado 25 de marzo, capital norteña cuenta con más de 30 casos positivos por COVID-19 y con el saldo de dos personas fallecidas y una de ellas una profesional de salud.

Dicha unidad, adecuadamente acondicionada, cuenta con cinco camas, cuatro de ellas instalada y actualmente con el 50% de ocupación, pero sin ninguna posibilidad de acoger otros pacientes por encima de dos más.  Y lo más preciado, en un momento de mayor propagación de la pandemia, es contar con al menos un respirador, “y no lo tenemos y tampoco los de arriba (las autoridades) no muestras con opciones”, señala Echegaray, con voz entrecortada, en medio de la bronca y lágrimas de impotencia.

El paisaje diario

  1. ¿Por qué la situación se presenta bastante mala?
    E.E.: Por lo siguiente: No estamos hablando de un pueblo de 100 habitantes donde entre cuatro vecinos se hace un locro y todos viven bien. Estamos hablando de una urbe de por lo menos entre 120 o 150 mil habitantes. Realmente, frente a la masa humana que vive en Montero, nuestro hospital ‘Alfonso Gumucio Reyes’, es apenas lo mínimo necesario, a tal punto que se han tenido que crear dos edificaciones: el hospital de segundo nivel y el famoso hospital de tercer nivel, que hasta hoy sigue dejándose esperar.
    Entonces, la dimensión de Montero no merece esa respuesta (de las autoridades). Yo, particularmente, no tengo el honor de conocer al señor alcalde. Y debería tenerlo, porque tantos meses que ya está en el poder (referido al alcalde de Montero, Miguel Ángel Hurtado, posesionado en noviembre de 2019), debería haberle visto una vez por lo menos en este hospital, debería haber venido una vez al hospital.
  2. ¿Pese a esa situación, ¿qué se está haciendo por esta emergencia sanitaria?
    E.E.: Uno, tratando de mantener el funcionamiento normal, porque no solo de COVID-19, muere la gente. La gente muere de infinidad de problemas a los que siempre hemos sido carentes. Siempre hemos estado al borde de la raya. Yo digo que sí, que hubo autoridades que, pese a cualquier comentario, han provisto, han dotado, pero eso es una gota de agua en el mar comparado a lo que ahora se viene.
  3. ¿Y el hospital no cuenta en absoluto con un respirador?
    E.E.: Se tiene. Un monitor o un respirador de terapia intensiva están destinados a otro tipo de pacientes con infarto cardiaco, a un diabético descompensado. No podemos en este momento sacar esas máquinas, que ya están bastante traqueteadas, sería un riesgo y eso supondría contaminar todo. Porque la unidad de COVID-19, habilitado acá responde al segundo grado de contención. El tercer grado de contención para los casos críticos es Santa Cruz. Lamentablemente, hace dos días ya han visto como han fallado miserablemente con el primer paciente. Se tubo que romper con toda ley de bioseguridad, rechazándolo a nuestra transferencia, bien dirigida, bien hecha y ‘peloteándolo’ de nuevo a Montero para que tengamos al día siguiente que otra vez recular. Eso lo que no queremos hacer.
  4. ¿Qué pasó en ese caso, de la devolución de un paciente sospechoso COVID-19?
    E.E.: Entiendo sus problemas. Entiendo el Santa Cruz, que es enorme. Entiendo que tiene, pero se oferta lo que se va a cumplir. Uno no puede ofertar lo que no va a cumplir y nos prometieron un tercer nivel para los casos críticos en la Pampa de la Isla y nos prometieron un nivel de contención, de cuarentena en el Remanso. ¿Qué tenemos?: Promesas, promesas volando en el aire. Y acá también tenemos promesas volando en el aire. Yo por lo menos hablo de mis médicos que, sin mucha experiencia, pero son valientes, entregados que vienen trabajando sin contrato. De entrada, les dijeron, si van a tener un contrato lo van a tener desde el primero de abril y al parecer nada.
  5. ¿Eso significa que ninguno de esos profesionales tiene ítem?
    E.E.: Ninguno de ellos; solo tienen promesas.  Por esa razón, yo tengo (en mi equipo) a uno de mis COVID-19 renunciando. Voy a tratar de ver qué pasa, porque el joven profesional, además tiene su pequeña familia y esa pequeña familia le exige; no solo seguridad, le exige pan para la casa. Y si acá solamente van a venir a arriesgar la vida y le van a decir todavía: ‘usted ha trabajado desde el 13 de marzo arriesgando su vida, pero se lo va a pagar el primero de abril’, entonces qué hacemos.
    Yo no digo que eso sea culpa de mis autoridades municipales de salud. Yo sé que el doctor José Luis Nogales (Secretario de Salud Municipal) está rompiendo el lomo. Yo no quiero estar en su lugar. El doctor Saavedra, con la Red de Salud, está rompiendo el lomo, pero de qué vale si la resonancia, el eco en la autoridad principal arriba no aparece para dar respuesta.
  6. ¿Cuán dramática es la situación en este momento?
    E.E.: El problema pasa por lo siguiente. Yo puedo prometer cuatro camitas locas para que me vengan los casos de COVID-19 que no están complicados, y tratar de mandarlos a Santa Cruz. Eso ya está funcionando.  Pero, cómo voy a solucionar esta marejada que se me vendrá, si quién responde por el municipio, no me habla, no me dicen nada. Sencillamente no se muestra. Aquí lo que importa son los hechos. Se necesita respiradores y tener habilitado el hospital de Tercer Nivel que prometieron las autoridades.
    Entonces, nos cuestionamos ¿dónde están esos respiradores?, ¿dónde está el hospital de tercer nivel?, ¿dónde están los ítems de estos doctores jóvenes? Dónde están las peticiones del personal de enfermería que se está arriesgando terriblemente y en laboratorio ya hay bajas. Entonces, tenemos contagiados porque el virus ha penetrado por todos lados. Ya dejémonos de pensar que fue un italiano el que trajo o que fue a consecuencia de una fuga americana. El problema está presente. Ese es el panorama.
  7. ¿La limitación puede ser porque al momento Montero solo tiene hospital de segundo nivel?
    E.E.: No es exactamente esa la realidad. Tenemos un honorable servicio de terapia. Es que el hospital Alfonso Gumucio Reyes, cuando les conviene, somos de primer nivel. Cuando les conviene, somos de segundo nivel. Cuando les conviene a nuestras autoridades, somos de ‘tercer nivel híbrido’. Nunca nos hicieron el honor y justicia de reconocer nuestro nivel. Nosotros cumplimos y todos tenemos una unidad de terapia intensiva que en periodos anteriores se ha implementado, pese a las limitaciones. Y tenemos un honorable grupo de terapistas que todos los santos días de Dios están luchando en esas camas, con infartos, con pancreatitis, con diabéticos, con insuficiencia respiratoria.
    Entonces seria una aberración meter ahí un caso COVID-19. Por lo tanto, tenemos que tener un lugar COVID-19 y eso se llama:  hospital de tercer nivel. Pero si eso no se abre y tenemos que correr hasta la Pampa de la Isla (Santa Cruz). Por eso le decimos (a las autoridades superiores), por Dios organícense, que no nos devuelvan moribundos, no nos devuelvan a una persona que necesita urgente un respirador. Sabemos de sus necesidades, pero ofrezcan lo que van a cumplir para que sepamos a qué nos atenemos.

    P. Lo que el Dr. Urenda (Oscar) dijo que todos los casos COVID -19 de Montero serán trasladados a Pampa de la Isla o El remanso, ¿es una falacia?
    E.E.: No creo que sea una falacia; son estrategias de dimensión. Pero otra cosa es con guitarra, otra cosa es estar en una ambulancia con una persona bombeando a mano, corriendo hacia una promesa para después rebotar, tener cinco o seis horas exponiendo a nuestro médico y teniendo que volver. ¿Qué tal si hubiera fallecido ese ciudadano?, ¿hubiéramos retornado un cadáver?, en fin. Nosotros pensamos en esa normativa y dijimos entonces vamos a la Pampa de la Isla y mire lo que nos sucedió.
    A Dios gracias no falleció y al día siguiente volvió a ir otra vez al mismo viacrucis. Esta vez sí lo aceptaron. Yo entiendo que los doctores que están allá son honorables doctores. Había una doctora ayer con 17 camas. Por eso yo digo el problema no es de nosotros los menudos.
    Nosotros, los menudos, estamos dispuestos a arriesgar el cogote y arriesgarlo todo, aun cuando nos discriminen, aun cuando algunos de mis compañeros nos miren como sarnosos, como leprosos. Cosa que no es verdad. Pero la respuesta grande no nos corresponde. La respuesta es grande y corresponde a las autoridades grandes y tienen que entender que no hubo que emergencia una guerra. No podemos estar como en la Guerra del Chaco, yendo a pie, llevando el agua.

  8. ¿Nos puede describir que características tiene la sala COVID-19?
    E.E.: Es un rescate de lo que era mi Unidad de Tuberculosis, con una entrada independiente para evitar contaminar el hospital. Esa sala COVID-19 y por gentileza de un excelente profesional como es el doctor Camacho, le hemos enajenado su consultorio para hacer el consultorio COVID-19. Y al frente de la sala nuestra, el sueño que teníamos los médicos internistas de tener un espacio para sentarnos un ratito a charlar y tomarnos un café,  hemos vuelto el dormitorio de los médicos COVID-19.
    En la sala COVID-19 tenemos cuatro camas, porque tenemos que respetar la distancia de dos camas entre camas. Tenemos los monitores para controlar los signos vitales que nos avisten si está decayendo o evolucionando el paciente. Por ahora, tenemos suficientes equipos de bioseguridad.
  9. ¿Eso significa que están a buen resguardo?
    E.E.: Nos han hecho la prueba a todos los de sala COVID-19 y hemos salido negativos. Por lo tanto, quiero decir que estamos aplicando, pero no podemos estimar por cuánto tiempo más. Cuando se venga la avalancha no tendremos tiempo ni de lavarnos, de ver si no nos hemos manchado, ver si nos han tosido, en fin. Y si los chicos no tienen su sueldo, con qué ánimo van a seguir trabajando.  Y si se va el guardia porque alguien los maltrata, como cuando se quejaron con nombre y apellido de una persona que los habían maltratado como a perros, la situación es más difícil.
    Pero yo, sin los guardias tengo un problema enorme porque la gente cuando está exaltada, atemorizada, arremete y mis médicos no tienen tiempo de estar peleando, luchando o discutiendo porque tienen que incluso tratar de no contaminar. Entonces, esa es la realidad que nos plantea este desafío.
    Somos, como dicen ellos, doce suicidas y un médico viejo, loco, que estamos poniendo palos en la puerta del portón para gritar a las autoridades: `por favor, organícense, por favor dimensionen, por favor: gasten, gasten y gasten porque la salud tiene gastos. Por favor, avisen, cumplan su palabra, no usen solo la palabra para denigrar. No usen solo la palabra para criticar; usen para cumplir.
  10. ¿Entonces, es un imperativo, habilitar el un centro el hospital de tercer nivel?
    E.E.:  No sé, pero hay que habilitar una solución. No voy a decir que habiliten el hospital; tiene que haber una solución y una solución permanente. Una solución que vea este horror que está pasando. Por qué esta cuestión va a ser larga, se viene el invierno con sus gripes, que es un gran facilitador del coronavirus.  En Estados Unidos piensan que se les va a quedar el coronavirus; nosotros pobres vamos a vivir con él. Si bien, vamos a lograr tener nuestros anticuerpos fuertes, pero va a haber algunos que nos vamos a morir.
  11. Pero, ¿qué se tiene que hacer?
    E.E.: Se debe abrir una hoja de ruta clara como el agua, con un cupo. Montero necesita un cupo allá. Si dan 50 camas, Montero necesita sus diez camas. Y el hospital de Tercer Nivel, es sin duda una opción. Por lo menos tres ambulancias, tres ambulancias bien provistas, bien dotadas para salir rajando y que allá tengan la unidad. Hay una unidad de cuarentena. Yo sé que las autoridades locales, Es que tenemos que adelantarnos, para que no nos suceda lo de Ecuador. Tenemos que adelantarnos. Es que aquí no hay mucho pensar, actuar, pensar, actuar, pensar, actuar y cuidarse.
  12. ¿Qué le dice a la población, en una situación tan complejo como el que describe?
    E.E.: Primero que nada, valor, porque Montero ha sabido salir de barbaridades. y vamos a salir. Segundo lugar, orden, orden y orden. El cuidado no depende de la autoridad, ya no depende de las radios; el cuidado depende de uno mismo. Siempre hay un pedazo de jabón patria, siempre hay un trapo para la nariz. Lo que me preocupa es el hambre y el hambre de mi gente. Gente que no tiene y cuando uno tiene hambre o su hijo tiene hambre, se olvida de la bioseguridad, va y hace lo que sea, porque eso es cruel.
    Y lo único que pido a la cabeza de la persona que nos dirige que tenga una dimensión grande, no solo acusadora. No necesitamos reyezuelos, no necesitamos tiranos que nos estén criticando. Necesitamos presupuesto y velocidad. Una emergencia no se le enfrenta discutiendo ni regateando.

Fuente ; eldia.

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