¡Hemos venido para decirles que los queremos!, dijo el Arzobispo a los niños y Jóvenes del “Hogar Don Bosco”
El Arzobispo de Santa Cruz, Mons. Sergio Gualberti, llegó hasta el hogar de niños y jóvenes “Don Bosco”, para rezar el Santo rosario y pedir a nuestra Madre Santísima, que interceda por todas las victimas del Covid 19, por todo el personal sanitario, Autoridades, policías y por todos sus hijos, para que podamos vencer esta pandemia que ya ha registrado hasta el 01 de julio en Bolivia, 34.227 contagios y un total de 1.201 personas fallecidas.
 

Durante la cuarentena por la pandemia del Covid – 19, Mons. Sergio Gualberti, los Obispo Auxiliares y el equipo de Sacerdotes de la Catedral, han venido acompañando con la oración y el rezo del Santo rosario, en el Santuario de Cotoca, Montero, la Guardia, en el Hospital Municipal de la Pampa de la Isla, el Hospital el Remanso, el Penal de Palmasola, en la Catedral y en el Hogar de ancianos desamparados Santa Cruz, y hoy jueves 02 de julio llegaron hasta el Hogar de niños y jóvenes Don Bosco, pidiendo que nuestra Madre Santísima interceda por nosotros sus hijos para que termine esta pandemia que ha cobrado la vida de muchos hermanos.

Nos alegra orar aquí junto a ustedes y con todos los hogares de la Arquidiócesis de Santa Cruz, que siguen el rezo del rosario a través de la reunión virtual de Zoom, los medios de comunicación y las plataformas digitales de Campanas, Diakonía y Radio Betania, dijo el Vicario de Comunicación, P. Hugo Ara.

El rezo del rosario, se realizó en el Hogar “Don Bosco, hoy jueves 02 de julio a las 16:00 horas, acompañaron al Arzobispo, Mons. Estanislao Dowlaszewicz, Mons. René Leigue, el P. Hugo Ara, Rector de la Catedral y Vicario de Comunicación, P. Mario Ortuño, el P. Luciano y los formadores del Hogar.


Queridos niños y jóvenes aquí presente y los que nos siguen por los medios de comunicación, hemos querido venir los obispos: Mons. Estanislao, Mons. René y mi persona, para compartir con ustedes y con los sacerdotes que los acompañan, los colaboradores, los asistentes y decirles ¡que los queremos! y que juntos hemos querido rezar el rosario, que es la oración que nos une, la oración de nuestra Madre la Virgen María. Aquí en este hogar tienen mucha devoción a María Auxiliadora la que siempre nos ayuda y nos acompaña y nos protege, dijo el Arzobispo en el Hogar “Don Bosco”.

El prelado afirmó que en este tiempo de pandemia en el que todo el mundo vive preocupado y con mucho miedo, nosotros tenemos que ponernos bajo el amparo de la Virgen María, nuestra Madre que siempre nos cuida.

La corona de maría es la corona que nos salva, la oración que le gusta a ella y que le llega al corazón, el rosario y si llega al corazón de nuestra Madre, es como una medicina espiritual que nos sana también, no solo de las dolencias del cuerpo sino del alma. Cuando hemos pasado a bendecir los hospitales y hemos visto como los enfermos han rezado el rosario y les ha llevado serenidad a sus vidas porque la Virgen María ha tocado el corazón de cada uno de ellos, y aún en el dolor y el sufrimiento encontraron un motivo para seguir luchando y no perder la esperanza, dijo el Arzobispo.
Esta tarde hemos meditado los misterios luminosos que nos han hecho reflexionar a Cristo como luz del mundo, los misterios de su vida y lo hemos acompañado desde su bautismo hasta el momento que instituyó la Eucaristía, el momento antes de su muerte, pero Jesús sigue siendo luz aun estando en la cruz.

  

Mons. Sergio Gualberti, dijo: Hoy la virgen María nos ha ayudado a entender que de verdad nosotros tenemos que poner en el centro de nuestra vida a Jesús, porque él es la luz que nos salva, él es aquel que da sentido a nuestra vida. Ustedes niños y jóvenes que se están formando tienen que tener bien presente, quienes son los verdaderos amigos de nuestra vida, la Virgen María nos dice es Jesús, él siempre estará a nuestro lado y no hace falta ir a buscarlo, él está en nuestro corazón y si nosotros abrimos nuestro corazón el siempre estará ahí.

Fuente: Campanas

Deja un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

doce − cuatro =