La Parroquia San Martin de Porres tiene varias comunidades en acción y todas de diversas formas tratan de dinamizarse y de vivir su fe. De hecho, en los últimos años las mismas comunidades se han dado un giro en su misión y visión porque, desde la fuerza espiritual se van comprometiendo en la realidad concreta de sus familias y barrios.
Las comunidades eclesiales tienen una estructura de vivencia cotidiana. Se reúnen en un punto de cohesión o puede ser en algunas familias. La idea es estar tanto hombre mujeres, y niños presentes, Es decir que las comunidades son de todos y la idea es vivir la fe en la familia.
Después de hacer la oración que podría hacer cualquier hermano o hermana. Se hace las peticiones de perdón, de tal forma que sea un encuentro de misericordia. Muchas veces se mira la realidad, lo que está pasando alrededor de nuestras familias y comunidad. Luego se lee una lectura y cada uno lo interpreta y comparte desde su visión. Se trata de participar en la reflexión, porque es la palabra de Dios el Centro de la vida cotidiana. De esta reflexión emerge algunas acciones para tomarlas en cuenta, y se hacer un compromiso para asumirlo en los próximos días, a veces el compromiso es personal y otra comunitario. Suelen surgir inquietudes de carácter solidario, de pensar en los hermanos enfermos o en las familias necesitadas, pero siempre se piensa en hacer alguna acción solidaria.
Cada comunidad tiene un ritmo diferente, pero todas se reúnen semanalmente para vivir su caminar. La comunidad siempre trata de usar también el método que es el Ver, Juzgar y Actuar. A veces este método sirve para compromisos más grandes.
El encueto mensual.
En los últimos años el encuentro mensual se ha convertido en la fiesta de las comunidades, pero una fiesta donde cada comunidad viven para compartir su vida, su oración, sus bailes y algo para llevarse a la boca. Todos los encuentros tratan de ser un tiempo especial donde la reflexión está presente, los contenidos actuales de la vida cotidiana pero fundamentalmente de orientarnos hacia una vivencia de animación entre hermanos y hermanas.
Al encuentro asisten todos con un gesto simbólico, algunas veces hay teatro, otras veces poesía y las más de las veces bailes típicos de la región, que alegran el corazón. Que además de rezar y pedir a Dios la fortaleza en el caminar esta la alegría de ser hermanos en Cristo.
La gran animadora es la Sra. Rofida Ulloa, que dedica su vida acompañando a las comunidades y su propia comunidad. Ella siempre está presente y arena al caminar de las comunidades. En los últimos años también le van acompañan el equipo de animación que se reúnen esporádicamente para rezar y planificar las actividades de las comunidades.
Cada comunidad es una iglesia doméstica, porque vive todos los momentos de la fe de la Iglesia. Desde su propia vivencia también animan el caminar de la Parroquia, haciendo que la misma parroquia sea una comunidad de comunidades.
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