Dra. Erika Aldunate desde el Sínodo: “Les gusta mucho que nuestra Iglesia boliviana es una Iglesia viva, una Iglesia alegre”

La representante boliviana en el Sínodo de la Sinodalidad, la Dra. Erika Sally Aldunate Loza, directora del Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI), comparte el desarrollo de las primeras semanas en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se inició el 4 de octubre y tiene previsto concluir el 29 de octubre en Roma.

Los miembros, delegados fraternos e invitados especiales que participan a partir del 4 de octubre, previamente realizaron un retiro espiritual en la Fraterna Domus de Sacrofano, a pocos kilómetros de Roma.

Durante estas dos primeras semanas, en un ambiente de cordialidad, alrededor de 450 participantes fueron distribuidos en 35 mesas de poco más de diez personas para debatir sobre el Instrumentum laboris  (Documento de trabajo al que se puede acceder desde aquí) y “respondiendo a las preguntas generales sobre la corresponsabilidad laical, el ecumenismo y la centralidad del bautismo”, según compartió la Dra. Aldunate.

Asimismo, la representante boliviana explicó que existe un interés por conocer nuestra experiencia de Iglesia local y cómo esta experiencia contribuye a la Iglesia universal. En este marco, la Dra. Erika señaló que tanto el Mons. Pedro Fuentes, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, como ella, en sus diferentes mesas de trabajo fueron compartiendo el caminar de la Iglesia boliviana, que se ha destacado por ser “una Iglesia viva, una Iglesia alegre y que tiene mucha esperanza”, subrayó.

Durante el Sínodo, los círculos pequeños son el punto de partida, donde cada uno es inmediatamente llamado a hacer su aporte, que luego un relator (elegido por los miembros del grupo) informará en un breve resumen a la Congregación General, cuidando de presentar tanto los puntos en los que hubo acuerdo como aquellos en los que las opiniones difieren.

Esta es la forma de trabajar durante las dos primeras semanas del Sínodo, con las 15 preguntas recogidas en el Instrumento de trabajo:

1. ¿Cómo alimenta la comunión en una Iglesia sinodal el servicio de la caridad, el compromiso por la justicia y el cuidado de la casa común?

2. ¿Cómo puede una Iglesia sinodal hacer creíble la promesa de que “el amor y la verdad se encontrarán” (Sal 85,11)?

3. ¿Cómo puede crecer una relación dinámica de intercambio de dones entre las Iglesias?

4. ¿Cómo puede una Iglesia sinodal cumplir mejor su misión mediante un compromiso ecuménico renovado?

5. ¿Cómo reconocer y aprovechar la riqueza de las culturas y desarrollar el diálogo con las religiones a la luz del Evangelio?

6. ¿Cómo caminar juntos hacia una conciencia compartida del significado y el contenido de la misión?

7. ¿Qué hacer para que una Iglesia sinodal sea también una Iglesia misionera “totalmente ministerial”?

8. ¿Cómo puede la Iglesia de nuestro tiempo cumplir mejor su misión mediante un mayor reconocimiento y promoción de la dignidad bautismal de las mujeres?

9. ¿Cómo valorar el ministerio ordenado, en su relación con los ministerios bautismales, en una perspectiva misionera?

10. ¿Cómo renovar y promover el ministerio del obispo en una perspectiva sinodal misionera?

11. ¿Cómo renovar el servicio de la autoridad y el ejercicio de la responsabilidad en una Iglesia sinodal misionera?

12. ¿Cómo hacer evolucionar prácticas de discernimiento y procesos de toma de decisiones de una manera auténticamente sinodal, realizando el protagonismo del Espíritu?

13. ¿Qué estructuras desarrollar para consolidar una Iglesia sinodal misionera?

14. ¿Cómo configurar instancias de sinodalidad y colegialidad que impliquen a agrupaciones de Iglesias locales?

15. ¿Cómo reforzar la institución del Sínodo para que exprese la colegialidad episcopal en una Iglesia sinodal?

FUENTE: PrensaCEB

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