Por: Guillermo Siles Paz,
A veces uno piensa que Bolivia puede ser diferente, o los gobernantes puedes ser más razonables y dialogantes. Al parecer todo es más de lo mismo. Aquí el Pueblo parará, el gobierno atacará, y colorín colorado todos seguirá igual. ¿Habrá censo?, quién sabe. En este contexto es que veo tan complejo. El ambiente con relación al censo ya se encuentra manchado por la actitud beligerante del gobierno central y por su alta dosis de politización.
Desde el año pasado muchos dirigentes políticos, nacionales y de Santa Cruz, fueron reclamando el Censo. Por tanta presión, el gobierno central, dio a conocer que sí efectivamente habrá censo y es más, que no tengan pena porque el primer interesado es el Gobierno Central. Pero como se dice, del dicho al hecho, hay mucho trecho. De forma muy improvisada el gobierno da a conocer que se ha definido que el censo, será el 16 de noviembre de 2022.
Para la población ya estaba clara esta realidad y se preparaban para asistir al Censo. A eso hay que enfatizar el rol tan demagógico del vocero de gobierno, que adornaba las acciones que se iban tomando. Sin embargo, en poco tiempo, nos dimos cuenta que todo parecía ser un invento, porque ahora nos despertamos que no se había hecho nada.
Y todas esas afirmaciones del vocero, en qué quedan, Acaso no había ya el financiamiento. Acaso la fecha del 16 noviembre no estaba plasmada en el Decreto Supremo #4546. Acaso no se dijo que la actualización de la cartográfica se iba trabajando. Ahí nos dimos cuenta, que, de verdad, el año 2019 no se hizo nada, aunque afirmaron que se trabajó. Por lo tanto, esa afirmación: “para el gobierno central el censo era una prioridad nacional”, era solo demagogia.
Durante estos últimos años, tanto en Santa cruz como en otros departamentos, se fueron insistiendo de conocer los pormenores y detalles de los avances del censo y nunca respondían. Es más, que personeros del INE (Instituto Nacional de Estadística) decían que estaban trabajando. Todo esto en una reunión del Consejo Nacional de Autonomías desmoronó el decreto
La Resolución del Consejo Nacional de Autonomías, que recomienda al Gobierno Nacional, la modificación de la fecha de realización entre mayo y junio del año 2024. Además, coinciden en trabajar de manera conjunta hacia la realización de un Censo Con Consenso, porque es pensando en el bienestar de toda la población boliviana. Casualmente Santa Cruz no estaba presente.
Que pasó en esa reunión, no se dieron cuenta de todas las mentiras que se habían dicho. Con qué facilidad hacen esa modificación por lo próximos 2 años. Y como Santa Cruz no estaba presente, ahora que lo asuma.
Toda esta situación, en el comité interinstitucional de Santa Cruz, definen rechazar porque no es clara y no son argumentos necesarios lo que promovió la modificación del decreto anterior. Por lo que exigen la abrogación del DS #4760. Apoyados por el Cabildo del 30 de septiembre exigen que el censo de población y vivienda sea el 2023, y que las modificaciones se las hagan en este tiempo. En los 21 días el comité interinstitucional no recibió respuesta oficial alguna.
Los cívicos tienen ciertas sospechas, del porqué no se pretende hacer el censo ahora. Es que los datos deberían de modificar, por una parte, la población de todos los departamentos, y por lo tanto modifica el ingreso por persona. Que, si Santa Cruz tiene la mayor población del país, se merece más escaños en diputados. Que los nuevos datos deben configurar a la población votante y por lo que se debería tener un nuevo padrón electoral, supuestamente sin muertos y sin clonados. Y finalmente el censo debe ser una prioridad para la planificación de los próximos años en el desarrollo del país.
Es que, si Santa Cruz y las otras ciudades del eje central están captando más población cada día, es porque el subdesarrollo en el resto de los departamentos debe ser considerados y trabajar para evitar la concentración de unas ciudades y que el resto del país se vaya vaciando aceleradamente. Todo esto, para el gobierno central no es un problema, lo considera como una interpretación muy regionalista del censo.
Es en este contexto que se llega a un paro cívico en Santa Cruz y al parecer será contundente. Pese a las presiones y respuestas violentas de parte del gobierno central, todo se organiza para que el paro sea contundente. Aunque con todas las últimas acciones que el gobierno ha definido, un cabildo con las organizaciones sociales, mayor presencia de policías en estos días. Tener grupos de choque liderados por los ministros de gobierno y de obras públicas. Hacen que el paro tenga un tinte violento.
Que esa batalla verbal de los últimos días no llegue a mayores, dado que el gobierno tiene una actitud hostil sobre Santa Cruz, y considera que el movimiento cívico de Santa Cruz responde a un grupo minoritario y no ve la realidad de toda la población cruceña. Gobierno ha hecho todo lo posible para que Santa Cruz no llegue al paro cívico, pero nada ha impedido. Para los cívico solo hay una forma de pararlo, derogando el DS #4760 y definiendo que el censo sea el 2023.
(*) Por Guillermo Siles Paz, Comunicador social.
Deja un Comentario