Celebrando los 205 años de la fundación de los Misioneros Oblatos De María Inmaculada.

El padre Miguel Córdova, OMI, acompañado por nuestro amigo, el P. Carlos Longo, SDB celebraron la misa de acción de gracias por los 205 años de la fundación de la congregación.

En un ambiente cotidiano, y en presencia de algunas hermanas y hermanos de la comunidad recordaron la obra de los misioneros OMI en Bolivia y el mundo.

Fue P. Carlos longo quien rememoro la obra tan conocida en el mundo de los misioneros que supieron responder a los desafíos del tiempo y se encarnaron en las diferentes culturas. Además, que el fundador tuvo esa osadía de enfrentar las limitaciones y desafíos de su tiempo para dar respuestas contundentes a su propio país y luego al mundo entero.

Por su parte el padre Miguel Córdova ponderó la obra de San Eugenio, que experimento, al igual que San Pablo esa conversión de mirar al pobre al sencillo y al abandonado como un privilegiado de] Dios. “La conversión de San Eugenio fue dejar todo su mundo para entrar al mundo de los sencillos, quiso servirlos con sencillez y valentía. Logró contagiar a muchos para esta obra y por eso se irradió por el mundo. Porque la obra de Dios siempre perdura”.

La inculturación es parte de la misión. “Hoy, al igual que nos lo dice el evangelio seguimos llevando la buena noticia al mundo entero, pero desde nuestra propia realidad. Los misioneros han entendido que, para llevar la buena noticia, hay que estar cerca de ellos, compartir su vida, cultura y fe. Partir desde la compleja realidad hasta lograr la plenitud en la salvación que es Cristo”. Lo enfatizó el P. Córdova.

Ya lo decía el fundador, dice P. Córdova: “hay que intentarlo todo para dilatar el Reino de los cielos, y así fue, los oblatos desde la fundación hasta hoy intentamos todo para hacer de este mundo un mundo, donde Cristo sea el centro, donde la misericordia, el amor y el compromiso sea el valor de servir”.

En la celebración también laico, Esteban Ferrufino Campos, trajo a la memoria la obra majestuosa realizada por tantos misioneros, que llegados de otras partes sembraron en la comunidad la fe y el compromiso. Recordó como la forma de hacer la evangelización, acercándose a la gente, motivando desde la vida y ayudando al necesitado. “No podemos olvidar el gran aporte a la formación de los laicos, y su motivación para servir a la iglesia. De ahí que desde nuestra realidad vemos como los misioneros nos abrieron el camino de servir a la misma comunidad. Los laicos hoy somos parte de esta iglesia, gracias a la palabra y obra de los misioneros. Que siguen dándonos el lugar que nos toca en la iglesia”.

Los Misioneros están en la parroquia de Santa Cruz, desde 1964, cuando el P. Enrique Bujold llego e instalo la iglesia en un Pahuichi, y hoy ya han pasado 56 años de una presencia muy significativa. Actualmente están tres misioneros: El P. Guillermo Siles Paz, el P. Miguel Córdova, y el P. Lucas Casaert. La obra sigue adelante con las ganas de vivir la fe con la comunidad.

fotos de recuerdo. 

 

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