Iniciamos un nuevo año litúrgico junto al adviento, que nos prepara para la venida del Señor. Este primer domingo fue un llamado a estar atentos y vigilantes, así nos lo pide nuestro Pastor, que la iniciar y recorrer el camino sepamos reconocer que el Señor camina junto a nosotros, si tendremos dificultades, pero podamos tendernos la mano los unos a los otros.
Monseñor nos recordó que existe diferencia entre el calendario litúrgico y el civil “varía un poco también en lo que es nuestro calendario normal civil. Se inicia para nosotros siempre un primero de enero, el año civil normal, y en el caso litúrgico iniciamos en el primer domingo de Adviento”.
También Nuestro pastor expresó el significado de Adviento: “Adviento, advenimiento, venida, el anuncio de la venida del Señor. Tiempo de gracia, tiempo de preparación, de estar alertas, atentos. De preparar bien los pesebres vivientes, diríamos así, para nacimiento del Señor. Pero también, es pedirle a Dios que se haga presente en nuestro mundo”.
Recordemos, dijo, que este es el primer paso que damos para encontrarnos con Nuestro Señor, pues vamos trabajando y acrecentando nuestra fe durante todo el año. Recordó que estamos iniciando un camino de fe en el cual: “Lo litúrgico, es decir aquello que se da domingo a domingo, nos muestra ciertamente un camino y una forma de ayudarnos a nosotros en este mismo camino”.
Resaltando el llamado del Evangelio: “Esten atentos, prevenidos no saben el día ni la hora. No es una prevención, así como decir que están con miedo ¡cuidado!, que no les pase cómo ha pasado a otros. Si no más bien es una espera activa, es una esperanza o una espera confiada en un Dios que nos ama profundamente y que empieza a caminar con nosotros en este camino de fe”.
Este tiempo de adviento, nosotros como fieles creyentes, nos colocamos en una actitud de camino. “Empezamos una peregrinación y esto no hay que perderlo de mente. En esta tierra, en este mundo el cristiano camina, así como simbólicamente también el pueblo de Israel ha caminado por el desierto, ayuda a encontrar la tierra prometida”.
Recordó que la fe es el camino donde seguimos al Señor, a Jesucristo y en este primer domingo de Adviento la liturgia nos ayuda a prepararnos para su llegada, su nacimiento en este mundo. Monseñor nos invita estar en un actuar de esperanza y confianza en él.
Por otro lado, se presenta la elección de la iglesia, en este ciclo B, del evangelista Marcos que iluminará este año en nuestro camino. Tengamos en cuenta que cada año se elige un evangelista de entre los sinópticos y ahora tendremos a San Marcos, con ellos nuestro Obispo menciona: “En el primer capítulo, cuando se anuncia justamente al Señor dice “hasta los demonios lo conocen”. “En el mismo corazón del evangelio de Marcos aparece la profesión de fe de Pedro. Por tanto, no solo es importante conocer al Señor, fundamental es profesar la fe en él”. Es así que estamos invitados a reconocer “en Jesús de Nazaret al Mesías, al Cristo Señor y decir juntos verdaderamente este que ha venido al mundo, este que ha nacido, este que a peregrinado con nosotros es Dios, es el hijo del hombre”.
Como conclusión, Monseñor Oscar invitó a “Ponernos en espíritu de espera, gritarle al Señor: ¡Ven Señor Jesús!, preparar nuestro caminar, nuestra navidad; y nos toca en esta confianza lo que hoy nos dice las palabras: estén prevenidos, estén en esta tensión constante porque es fundamental en el camino del cristiano, del ser humano, ser vigilantes esperanzados en el Señor”.
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