Hoy los misioneros Oblatos de María Inmaculada, congregación responsable de la parroquia, están de fiesta. Un día como hoy se aprobaron sus reglas y constituciones. Desde el 17 de febrero de 1826 oficialmente fueron aprobados por la Santa Sede como una congregación clerical, de misioneros para el mundo. Así que les invitamos para que todos los misioneros que nos acompañar sientan esa nuestro apoyo, en la construcción del Reino de Dios. La congregación en Bolivia esta presente desde el año 1952, y su punto de inicio fueron los Centros Mineros de Oruro y Norte de Potosí. Ademas de consagrar a la defensa de los sencillos y humildes de la sociedad. Presentes en situaciones de extrema pobreza. Entre los misioneros tambien hoy hay sacerdotes y hermanos, juntos comparten toda la misión.
¿Cómo fue la aprobación y cual la misión de los OMI?
El 17 de febrero de 1826, el Papa León XII aprobaba nuestra Congregación a la vez que sus Constituciones y Reglas. Esta decisión, que consagraba nuestra forma de vida y nos reconocía públicamente en la Iglesia, fue acogida con gozo y agradecimiento. Al día siguiente escribía el P. de Mazenod a los Oblatos: “La conclusión que hemos de sacar, queridos amigos y preciados hermanos… es adherirnos de corazón y de alma a nuestras Reglas y cumplir con la mayor exactitud cuanto nos prescriben… No son bagatelas. Ya no son simples reglamentos, ni una simple orientación piadosa. Son Reglas aprobadas por la Iglesia tras un examen muy minucioso…
Son ya propiedad de la Iglesia que las ha adoptado… Aunque por nuestra fragilidad y nuestro escaso número seamos despreciables, no por eso tenemos en la Iglesia una existencia inferior a la de los cuerpos más célebres o a la de las sociedades más santas… Reconoced vuestra dignidad y cuidad de no deshonrar jamás a vuestra Madre… La gracia la hará fecunda para que engendre multitud de hijos, si somos fieles y no atraemos sobre ella, con nuestras infidelidades, una vergonzosa esterilidad. En nombre de Dios, seamos santos”.
“El llamamiento de Jesucristo, que se deja oír en la Iglesia a través de las necesidades de salvación de los hombres, congrega a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada”. (C 1)
Por tanto, dichos sacerdotes, al consagrarse a cuantas obras de celo puede inspirar la caridad sacerdotal, especialmente a la obra de las misiones que es el fin principal que los reúne, intentan someterse a una Regla y unas Constituciones aptas para procurarles los bienes que, al reunirse en sociedad, se proponen alcanzar para su propia santificación y para la salvación de las almas (Prefacio de las Constituciones).
El Capítulo general de 1826 decidió: “Todos los años el 17 de febrero se celebrará el aniversario de la confirmación del Instituto y de la aprobación de las Reglas y Constituciones por nuestro Santo Padre el Papa León XII”. Con los años, esta celebración fue tomando mayor amplitud:
en 1827 la ceremonia comprendía una misa solemne, el Te Deum y la bendición con el Santísimo;
en 1831 se agregó la renovación de votos; en 1832, el oficio y la misa de la Inmaculada Concepción; en 1837, el canto del Sub tuum después de la Bendición del Santísimo Sacramento;
en 1920, el acto de consagración a María Inmaculada.
La celebración litúrgica de esta fiesta incluye ahora:
— una misa propia de acción de gracias con Gloria y Credo. Todos los oblatos celebran la Eucaristía por la Congregación;
— la renovación de votos;
— el acto de consagración de la Congregación a María Inmaculada, normalmente después de la comunión. Podría también hacerse en otra ceremonia.
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