Nazaria Ignacia una santa que brilla desde las periferias.

Por:  P. Guillermo Siles Paz, OMI

Yo siento un aprecio tan especial por Nazaria que me lleva a recordar mi infancia, cuando tenía mis 10 años. Yo iba al beaterio a recibir mi catecismo. Ahí siempre teníamos la cercanía de ver la tumba de la Madre, claro por ese entonces sagrado para la congregación y yo desconocía la profundidad de la misma.

A Nazaria la conocí por medio de sus hijas y seguidoras, las puede ver de cerca en la misión y en la vida. Comprendí que son herencia de una gran fortaleza. Porque su accionar y su tenacidad expresaron claramente su opción por el servicio a los más sencillos y desherrados.

Muchas veces miramos a los santos como ajenas a la vida, lejos de la realidad, claro llenos de Dios. En este caso al ver a Nazaria la podemos ver como ella es testigo de realidades tan fuertes tanto en la vida de su propia familia, como en la realidad de los pueblos, y de nuestro país.  Porque desde un principio, ella tuvo que experimentar el exilio, la migración, aquello que hoy parece como el flagelo más doloroso. Dejar su país y con esto todas sus ilusiones y su familia. Porque justamente España en los años 1900 a 1935 vivió la peor crisis alimentaria, muchas personas no tenia de que vivir, hasta a veces familias enteras no tenían el pan para llevarse a la boca. Es por eso que deben dejar su país, buscando mejores días. Ahí Nazaria pudo comprender la realidad de la familia. En ese ambiente ella se comprometerá de servir a los pobres, en este caso los ancianos desamparados. Aquellas monjas serviciales, disponibles para los pobres indefensos, como diríamos hoy, descartados de la sociedad.

Ya llegando a Bolivia, también se encontrará con una realidad muy cruda, pero un lugar donde, ella misma podía experimentar la presencia de Dios, que él está aquí esperando a gritos manos y voluntades. Siente la necesidad de ser una misionera, estar cerca de la gente, anunciar el evangelio, lograr compartir la vida con tantos pobres, que no tienen la oportunidad de conocer la Buena Noticia.

Conoció Oruro, la capital de los centros mineros prospero, pero y con mucho movimiento. Los centros mineros habían logrado un impacto económico importantes. Los famosos varones del estaño lograron dar mucha vida en la región, pero también dejaron muchos dolores y tristezas. Los centros mineros tenían dinero, pero tenían también mucha pobreza, y sobretodo ausencia de Dios. Aun, recuerdo ese episodio cuando las misioneras, que estuvieron presentes en Uncía, fueron a dar la catequesis y no vino nadie. Ellas tuvieron que ir casa por casa y a la fuerza de las medallas y estampitas lograron reunión niños para el catecismo, Wao que alegría para ella anuncia la palabra de Dios.

Pero como si no fuera poco, mirando la realidad, se pusieron al servicio de la obra de Dios de servir a sus pobres, de abrir la casa para compartir la olla, de estar compartiendo cotidianamente un alimento y eso fue, en todas las misiones que llegaron a abrir.

Al fundar la congregación no había ningún otro interés que servir a la iglesia y de ser complemento al anuncio especifico de la palabra. Pero al mismo tiempo abriendo la mente de las personas, creando conciencia de la dignidad de la mujer, despertando la necesidad de tener ideales. Al abrir sus casas de acogida para mujeres pobres, era para que se formen, para que puedan estudiar y vencer algunos obstáculos de la vida. Las dejaban a ellas ser protagonistas de su propia vida.

La tenacidad de Nazaria está claramente expresada en sus escritos cuando ella quería, ante todo cumplir la voluntad de Dios desde la acción con los pobres. Su disponibilidad latente.  Decía Nazaria: “Siendo la voluntad de Dios, y apoyada en él, estoy dispuesta a sufrir todo por la iglesia y las almas”.

Pero cuando escuchamos también hablar del compromiso que ella asumió de dar de comer a los hambrientos de comprometerse con los mineros, tenemos que asimilar la obra de Dios que le hacia dócil a los vulnerables. Por eso construir el Reino de Dios, desde la vida, será su gran ideal, Nazaria enfatizaba: “Esta es nuestra hermosísima misión hacer conocer al hombre el mensaje de Dios, de Dios que le ama. Para esto es menester ir al hombre, bajar a su nivel, para desde él tomarlo a Dios. Sí, estamos perdiendo lastimosamente el tiempo si no bajamos a la calle, a eso nos empuja nuestra acción social”. Aquí claramente podemos encontrar la acción diferenciadora de la misión, es como si hoy nos hablara, ir a la calle ir al encuentro del otro bajar a su nivel, ponernos al servicio de los pobres. Es la actitud de una evangelización liberadora de los pobres.

Pero como ponernos más en sintonía del compromiso abierto a los tiempos y antes del concilio vaticano II Nazaria mando a sus hijas la evangelización, a cuidar todo lo que la Iglesia enseña, pero en una actitud de diaconía, de servicio, decía: “siguiendo las normas de la Iglesia, tomaremos por nuestra cuenta la propaganda del Evangelio en cuanto sea permitido a nuestro sexo, formando un nuevo sacerdocio o diaconado femenino”.  Aquí está planteando un ministerio que en varias oportunidades fue pedido, el diaconado para las mujeres, es decir, servir con el mismo ímpetu de su tiempo.

La congregación esta en varios países, en América, Europa, África y Asia. Esta donde están los pobres, donde hay que dignificar a las personas y siempre sirviendoles. Para muestra un botón. En Bolivia están en un pueblecito llamado Puerto Rico, ese lugar durante años era el lugar para el exilio de políticos. Allí los mandaban a los revoltosos en tiempos de la dictadura. Ellas ahí estaban, o en las tierras áridas de Bolivia en el altiplano, en Toledo, envueltas en el polvo de la tierra. Asi se fueron fortaleciendo para seguir lo que su madre Fundadora les marcó: ““Aportan a la Iglesia la fuerza de su carácter luchador, trabajo y profético. Sus características de riesgo y de valentía interpelan y contagian a los diversos miembros del cuerpo que lo descubre. Potenciando la connaturalidad y expresión del misterio eclesial.”

Nazaria llega a los altares porque demostró en su vida, que ella no perdió su identidad de pobre entre los pobres, de servidora a los sencillos, se comprometió con el Evangelio y fue una soñadora de que el Reino de Dios este en medio de nosotros. Santa Nazaria Ignacia ahora ruega por nosotros tus hijos que estamos aquí bregando con tantas injusticias, sueños y esperanzas para que el Reino de Dios este entre nosotros.

En este sentido podemos tipificar el papel de Nazaria; como su amor a la Iglesia; es la garantía por servir a la Iglesia y por su celo apostólico. Estar sirviendo a los más sencillos, como fueron todas sus experiencias en todas sus misiones. Tanto en Bolivia, Argentina, Perú y Uruguay, marcaron una clara identidad de estar a lados de los vulnerables. En una palabra, demostraron ser solidas servidoras e incansables.

Es por eso que la misión crece, se expande con facilidad, por el amor y servicio a los pobres. Demarca en sus códigos históricos, la fundación de comedores populares para personas adultas; formar grupos de personas para el acompañamiento misionero y fundamentalmente, acoger y visitar a los enfermos, visitar a los presos y estas en la misión con los más pobres.

Estas son las huellas que dejo la Madre Nazaria. La congregación ha demostrado que fue una obra de Dios y se han mantenido con amor a todo tipo de ayuda.

Hoy las vemos promoviendo la vida, cercana a la gente y construyendo compromisos de solidez, es que la Nazaria impacto en sus hijas y la obra continua.

 

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