En un ambiente muy agradable, con los niños y niñas de la preparación a la primera comunión y también con la comunidad. Se dio inicio nuevo ciclo litúrgico. Como es acostumbrado con la bendición y el encendido de las velas de la corona de Adviento.
La liturgia estaba concentrada en vivir este nuevo tiempo tan particular para la iglesia que nos abre nuevamente el espíritu del recién nacido. Que Jesús vuelve nuevamente a motivarnos para construir la sociedad y la Iglesia.
Fue el p. Guillermo Siles Paz, OMI, párroco de de San Martin de Porres, que nos motivó con la reflexión dominical, en miras de caminar juntos de construir la Iglesia y caminar de mano de la comunidad.
La reflexión de la mañana se concentró en la mirada de este nuevo acontecimiento, pero en un contexto diferente. En una realidad local que va saliendo de 35 días de mucha incertidumbre nerviosísimos, y también preocupaciones. Días en los que muchos compartieron en las rotondas y las calles. Días en los que fue profundizando la reflexión de la realidad. Muchos aprendieron a mirar lo que pasa en el país y en la misma vida cotidiana.
Por eso hoy el adviento nos trae este contexto. Que debemos de prepararnos para que lo que aprendimos de nuestros hechos y debemos dar un nuevo sentido. Que Jesús, vendrá a abrir los ojos de la humanidad, para que no nos quedemos en la oscuridad, que estemos atentos y vigilantes a todos los movimientos raros, que impiden construir una sociedad digna y solidarias. Aquellos que asechan las familias, que quieren impedirá el dialogo, transparentes y llenas de solidaridad, en todos los hogares.
Nosotros somos hijos de la luz y como tal debemos de irradiar a todos este nuestra luz, y es Jesús la nueva luz, que destruye todos lo malo, que los hombre y mujeres de la noche intentan atenuarlo. La luz de Jesús, es una iniciativa de volvernos a irradiar desde el corazón para ser hombres nuevos y dejarnos guiar por el Señor. No más violencia, solo justicia, no más imposición solo diálogo, no más odios, sino amor, no más venganza solo perdón. Porque el mesías que pronto vendrá nos invita a ser signos de esperanza, de motivación para un cambio social, pero desde la raíz de la buscada de días mejores.
Este adviento por lo tanto es una nueva oportunidad para conocer a Nuestro Señor Jesús que nos invita a prepararnos, a estar atentos vigilantes, para que el mal no entre en la vida de los pueblos. Para que la gente que este intentando, tramando destruir, sino nque seamos sean liberados de esos males.
La constancia y perseverancia solo nos traerá una nueva esperanza, será con alegría y gozo. Si Cristo nace en medio de esta comunidad, es para darnos más dignidad y esta esperanza debe irradiarse a todos los niveles.
Preparémonos por lo tanto para vivir cada día este adviento y preparémonos en las familias para que Jesús nazca con todos los nuevos, para los hombres que quieren ser constructores de la Paz.
Deja un Comentario