Vivamos la celebración penitencial, con absolución general.

La comunidad de San Martin de Porres este miércoles, 31 de marzo, a las 5 de la tarde, hará una celebración de la penitencia con los miembros y fieles necesitados de la confesión. Será una confesión y absolución comunitaria y general, y que no necesitan de una confesión grave.

Todos están invitados y así estar preparados para vivir el triduo pascual con mucha fe y ya libres de todo pecado. Aunque las personas que precisan de una confesión individual, porque causa de un pecado grave, deben esperar de hacerlo una vez que encuentren el momento adecuado. Pero la celebración penitencial comunitario con su absolución comunitaria, es de carácter excepcional, dado la emergencia sanitaria, que impide de estar cerca de las personas y escuchar sus confesiones, por mucho tiempo y a mucha gente.

La celebración contará con un rito especial, que considera varios momentos, la bienvenida, las lecturas bíblicas adecuadas al momento, la reflexión y explicación del valor de la confesión. El momento de confesar los pecados en silencio, la absolución comunitaria, y la acción de gracias. La confesión es válida para todos los pecados leves, pero no para pecados graves.

¿Por qué una absolución general? En sí, este tiempo es especial, estamos viviendo una emergencia sanitaria y debemos de cuidarnos, pero no podemos ignorar la necesidad de la confesión. Ya el catecismo de la Iglesia católica explica cuándo se puede realizar la confesión comunitaria: §1483 “En casos de necesidad grave se puede recurrir a la celebración comunitaria de la reconciliación con confesión general y absolución general. Semejante necesidad grave puede presentarse cuando hay un peligro inminente de muerte sin que el sacerdote o los sacerdotes tengan tiempo suficiente para oír la confesión de cada penitente.

En el caso presente debemos de recordar que se hará esta celebración porque estamos teniendo un numero alto de personas que quieren confesarse. Pero también hoy no podemos permitir que muchos se queden sin confesión, de manera que los penitentes, sin culpa suya, se verían privados durante largo tiempo de la gracia sacramental o de la sagrada comunión. Por eso este rito nos ayudará a vivir un tiempo especial.

El único requisito para hacer una buena confesión y absolución comunitaria o general, que cada fiel, debe tener el propósito de confesarse individualmente sus pecados y si los tiene pecados graves debe hacerlo en su debido tiempo. (CIC can 962, §1).

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