“La Laudato si’ nos recuerda que el clamor de la tierra y el clamor de los pobres son un mismo grito. Por ello, es necesario profundizar en su conocimiento y su entendimiento, además hay que implementar el mensaje de la Encíclica, que no sea solamente una linda reflexión sino que también se traduzcan en cambios y transformaciones concretas”, lo dijo Tomas Insua, Director Ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima, comentando las diversas actividades e iniciativas que se llevaron a cabo durante la Semana Laudato si’, en el marco de la celebración del V Aniversario de la publicación de la Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de nuestra Casa Común.
El grito de la tierra y el grito de los pobres
El Director Ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima dialogó con nuestro colega del programa italiano de Vatican News, Amedeo Lomonaco, sobre las diferentes actividades que se desarrollaron para conmemorar el V Aniversario de la Encíclica Laudato si’. “Una Encíclica – afirmó Insua – cuyo mensaje es urgente, como sigue siendo urgente y vigente como siempre, paradójicamente en medio de esta pandemia del coronavirus que estamos viviendo”. Recordando los recientes desastres climáticos que afectaron a Filipinas, India y Blangadesh, especialmente a la ciudad de Calcuta donde se produjo una gran devastación y gran sufrimiento a los pueblos más pobres de la tierra golpeados por la crisis climática nos recuerda que, “el grito de la tierra y el grito de los pobres, el clamor de la tierra y el clamor de los pobres son un mismo grito”, cómo nos dice la Encíclica Laudato si’.
Se necesita implementar el mensaje de la Encíclica
Asimismo, recordando que La Semana Laudato si’ fue una iniciativa organizada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral con el apoyo de un grupo de organizaciones católicas, incluido el Movimiento Católico Mundial por el Clima, en el cual se buscó escuchar “el grito de la tierra y de los pobres”. En este sentido, Tomas Insua señaló que, se han realizado “más de doscientos webinarios (seminarios en línea) y eventos online que contaron con la participación de miles de personas que han aprovechado esta oportunidad para profundizar en su conocimiento y su entendimiento de esta bellísima Encíclica. Además, con un ojo en lo práctico, en tratar de implementar el mensaje de la Encíclica, que no solamente sea una linda reflexión sino que también se traduzcan en cambios y transformaciones bien concretas”.
El tiempo de la creación, un tiempo para reflexionar
El Director Ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima también señaló que este 25 de mayo, el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral ha publicado un mensaje, una invitación a la Iglesia a celebrar el tiempo de la creación, “ha sido un recordatorio sobre la invitación que ya nos hizo el Papa Francisco en septiembre del año pasado, cuando invitó a la Iglesia a celebrar el tiempo de la creación”. Por ello, que este tiempo especial entre el 1° de septiembre y el 4 de octubre próximo, sea un tiempo en el cual los cristianos de todo el mundo puedan sumarse a esta iniciativa ecuménica y así poder cuidar de la creación. “El tiempo de la creación es un tiempo especial para rezar por la creación y con la creación y de pasar a la acción y tomar medidas para cuidar la Casa Común. Así que ese es el siguiente paso en este año especial de celebración de la Encíclica Laudato si”.
Nuevos caminos para la iglesia y para una ecología integral
Finalmente, Tomas Insua dijo que este tiempo es una oportunidad para desarrollar una ecología integral, ya que “inspirados por el Sínodo Amazónico y por la Exhortación Querida Amazonia, es una oportunidad para profundizar en este compromiso para renovar la Iglesia, renovar estos nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. Así que todo esto absolutamente también ayuda a profundizar y conectar por un lado la Encíclica Laudato si y por otro lado la Exhortación Querida Amazonia. Así que esperemos que este próximo septiembre en “El tiempo de la creación” se pueda profundizar este llamado a cuidar nuestra casa común.
Por Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
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