Este año la Hna. María Pura Añez, MCI, vicepresidente de la CBR – regional Santa Cruz y representante de la Vicaría San Lorenzo, fue quién introdujo el Saludo Navideño con una profunda reflexión titulada: LAS MUJERES DEL ALBA, El Rostro De La Mujer Que Logra Encontrar Al Señor Resucitado.
A continuación, les compartimos la Reflexión del Saludo Navideño.
“LAS MUJERES DEL ALBA, El Rostro De La Mujer Que Logra Encontrar al Señor Resucitado”
En este día magnífico que avizora la navidad, no nos puede hacer olvidar, con lo esencial de nuestra vida cristiana. Hoy son las mujeres las protagonistas de este nuevo tiempo. La experiencia del resucitado, a lado de las mujeres, se convierte en el motor de nuestra fe. María, la madre de nuestro Señor, nos acercó a Jesús y hoy la contemplamos desde nuestro corazón y de la vida.
Desde la CLAR estamos recibiendo un horizonte inspirador para nuestro caminar y son las mujeres la protagonista de la historia, son una inspiración para las mujeres, pero también para todos porque su experiencia de amor a Jesús trasciende la vida. El grito de la mujer paso las fronteras, y hoy se va instalando en varios lugares de América latina. El amanecer del nuevo día nos trae una experiencia de fe que marcara para toda la vida. Ahí están algunas mujeres Magdalena, María y Salomé, el primer día de la semana, muy temprano, llegaron al sepulcro, al salir el sol (Mc. 16, 1 – 2).
Terminó la tiniebla, la oscuridad, la incertidumbre, porque el rayo de luz les transformara plenamente. Son mujeres, testigos de la esperanza, testigos del resucitado. Es la mujer ahí, contemplando al resucitado. Las Mujeres del Alba son el ícono inspirador de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAR), que se proponen realizar el proyecto de humanización de Jesús de Nazaret, basado en la dignidad, libertad y amor. Es un proyecto de tres años, que pretende ser un motor para la vida de la Iglesia.
Las Mujeres del Alba, escuchan la voz de Dios, son enviadas, miran observan y se dejan llevar por el amor de Jesús. El amanecer el alba hace que sea todo nuevo. Fortalece nos inspiración y deja que la vida fluya para avanzar y transformar. Por eso su protagonismo se marca en su presencia activa en todos los espacios de la vida. Son las mujeres que se encarnan en los problemas y los pretenden dar una nueva salida. El amanecer, el alba es la fuerza con la que se motivan para tener una presencia nueva de mucho aporte a la sociedad.
Por eso la CLAR ha creado este proyecto, en cual sentimos, que es un nacimiento a nueva vida, al igual que la del recién nacido. Que nos trae mucha esperanza, mucha acción. La palabra que será nueva en el caminar de este tiempo es el movimiento. Debemos de estar activos y vigentes, no estáticos y esperando. Si cada día preocupados por la vida y el sueño del recién nacido.
De ahí que el moviente esta dado, Las Mujeres del Alba de la CLAR están en movimiento para hacer de nuestra Iglesia más viva y llena de esperanza. Estos movimientos son una ruta, que guiará el futuro de nuestras acciones.
Las mujeres del alba están en movimiento: Los ocho movimientos que nos ofrecen, dan un giro en la acción permanente. Como punto de partida, frente a signos negativos, ahí están las Mujeres del Alba, llevando signos de esperanza. El alba de una Vida Religiosa en transformación. Favorecen relaciones que humanicen y nos centren en el seguimiento de Jesús; Los gemidos de los signos de muerte, escuchando la voz de las víctimas. Hacia la posibilidad de ser signo, palabra y metáfora creíble. Caminar hacia la interacción y el encuentro de carismas, vivir una sinodalidad desde nuestra propia realidad. El difícil camino de la sinodalidad de Jerusalén a Antioquía, es un camino hacia un nuevo modo de ser iglesia. Nuevas formas de relacionarnos. La Vida Religiosa en salida sinodal: anuncio y testimonio del alba de un mundo de hermanas y hermanos, es que todos somos constructores y servidores del Reino. Cambio sistémico e incidencia política: formas misioneras en una Vida Consagrada que se renueva siempre, tener un profundo discernimiento cada día. Porque el bien común, es de nuestro interés.
Movimiento para el cuidado responsable del ambiente y de los derechos de las generaciones futuras. Como cuidar la casa común.
Por lo tanto, aquí estamos a lado del recién nacido, soñando y esperando para que las ideas de nuevo día muestren a las mujeres del alba acompañando el camino de nuestra iglesia, que llena de sus carismas y en sinodalidad vamos construyendo el Reino. Aquí se confluyen todos los carismas, porque esta Iglesia, es una iglesia que se deja inspirar por el Espíritu de Dios.
Todos somos compañeros y compañeras en el caminar y el construir la Iglesia, pero estamos aquí para hacer la voluntad del Padre, para dejar todo el compromiso al servicio de la Iglesia, así hacemos del misterio vida.
No podemos olvidar que Nuestro Dios se encarnó, aconteció en nuestra realidad y, desde entonces, esa experiencia nos pone de cara a la exigencia de que la fe esté unida a la vida y se constituya en un estímulo para la acción.
Con las Mujeres del Alba, estamos convocados a un estilo de ser y de estar en el mundo, que debe traducirse en gestos, en opciones, en modos… Ese modo que se bebe en el Evangelio, saboreando la Palabra, contemplando la Persona de Jesús y escudriñando en la historia, en la realidad y entre los pobres, sus rasgos.
Buscamos el espacio para vivir nuestros carismas en nuestra iglesia y ofreciendo una acción profética desde la misma realidad.
Que el Recién nacido nos ayude a ser siempre la voz que está presente y acompaña.
Hna. María Pura Añez, MCI
Vicaria San Lorenzo.
Vicepresidente CBR Santa Cruz.
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