Prensa CELAM. Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) ha expresado en su homilía de la Pasión del Señor este 2 de abril que “hay que mirar a la cruz y al crucificado con fe”.
Sobre todo en tiempos de Covid-19 “para recibir la serenidad, la paz que no es simplemente una consolación sentimental es algo profundamente existencial él es el único que nos puede dar el sentido, la razón”.
Cercanía con el Pueblo de Dios
El prelado ha expresado su cercanía con el Pueblo de Dios “en esta noche oscura de la pandemia” cuando muchos han sentido un profundo dolor ante “la partida inesperada de seres queridos”.
“Conocemos sus angustias cuando no encuentran fácilmente oxígeno para sus enfermos. Sabemos que algunos perdieron sus trabajos, conocemos la necesidad y la pobreza de muchos de ustedes; la iglesia como tal también hemos perdido un hermano sacerdote, un hermano obispo, algún familiar, feligreses muy cercanos”, ha dicho.
También Monseñor Cabrejos ha destacado la fe inquebrantable de muchos fieles en esta pandemia, que “ciertamente nos edifican, han cuidado a sus enfermos y no han descansado hasta verlos sanos”.
Cristo es esperanza
Además ha recordado que para “el cristiano no hay gloria sin cruz, no hay resurrección sin muerte”, por tanto en esta dura Cuaresma “llevemos la cruz con la frente en alto, con el corazón lleno de esperanza porque sabemos en quien ponemos nuestra fe, en Cristo que venció la muerte”.
De hecho “Cristo está presente en la eucaristía, nos ha dicho yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo. Pero la cruz y la muerte por si solas no tienen valor, al pasar de los días se asoma una esperanza, empieza a brillar una luz, el sepulcro está vacío nos dicen los textos bíblicos”.
“Pareciera que todo sigue igual, pero no es así, Cristo ha resucitado y el eco de este acontecimiento que sucedió en Jerusalén hace más de 20 siglos continúa resonando en la iglesia aun en época de pandemia”, acotó.
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