La mañana de este domingo 4 de noviembre, fue Mons. Sergio Gualberti quien celebro la eucaristía central por la fiesta al patrono de nuestra parroquia San Martin de Porres.
Mons. Gualberti enfatizó en la importancia de entender que la presencia de un patrono tiene un símbolo muy profundo. A veces cuando nos vemos en la vida cotidiana esta palabra tiene un significado peyorativo, que representa imposición o sometimiento. Sin embargo, el tener un patrono significa un valor invaluable. Por que si nos detenemos a reflexionar. El tener un Santo Patrono es muy importante.
Un patrono es un protector, en nuestra vida, frente a los males, o las dificultades. Los Santos nos protegen y acompañan espiritualmente.
También el patrono es un intercesor, ante Dios, toda nuestra vida está relacionada con Dios. Y por eso nos relacionamos con mucha reverencia.
Pero fundamentalmente nuestros santos son un modelo a imitar. Porque su estilo de vida nos ayuda a construir al hombre de Dios. No olvidemos como también nosotros somos llamados a ser santos y santas de Dios.
Recordó la vida de San Martin, que fue una persona sencilla y humilde y desde esa sus virtudes logró influir sobre muchos y sobre todo nunca perdía el tiempo para anunciar el Evangelio de Jesús.
Coincidiendo con el Evangelio del día también recordó que San Martin fue un gran símbolo del Amor a Dios, es el santo de la Caridad, y entrega total a Dios con su vida.
Fue una celebración con muchas emociones, también lso miembros del consejo parroquial expresaron su agradecimiento por su presencia en medio de la comunidad. Al final Mons. Compartió con algunas personas un grato saludo.
Quién fue san Martin de Porres.
había sido el hermano y enfermero de todos, singularmente de los más pobres. todos se disputaban por conseguir alguna reliquia. toda la ciudad le dio el último adiós.
Gregorio XVI lo declaro beato en 1837. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962.
Ejmplo de un hombre que ha escuchado y amado a Dios. “Escuyca Israel; El Señor nuestro Dios es el único Señor, y tu amaras a al Señor, tu dios, con todo yu corazón y con toro tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas.”
Que ha amado al prójimo: “El segundo (mandamiento) es “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”. Ha amado los que Dios más ama, porque todos creados a su imagen y semejanza.
Un ejemplo para nuestra vida: él ha seguido los pasos de Jesús en una entrega generosa a Dios en el servicio de los demás: “les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo hice con ustedes”., en el lavatorio de los pies.
Contemporáneo de Santa Rosa, Santo Toribio de Mogrovejo. (Lima, 9-12-1579), nos puede decir algo a nosotros hoy?
A los 12 años Martin entro de aprendiz de peluquero, y asistente de un dentista, auxiliar práctico y herborista.
Descubre vocación religiosa de joven a través de un religioso que lo invita. Las leyes la impedían ser religioso por el colo y la raza por ser hijo de una mujer mulata, por eso Martin a los 15 años ingreso como hermano Cooperador.
El Eucaristía centro de su vida y participa de cada dia de la Santa misa, encuentra en ella la fuente de su fe y alimento de us vida consagrada.
“Su anhelo más profundo siempre es de seguir a Jesús”. Toda su vida en seguir a Cristo en el servicio de los pobres de los enfermos y de la comunidad.
Lo que había aprendido le servirá mucho en este sentido atendiendo a enfermos de toda clase.
Servicio a la comunidad, sin despreciar a los quehaceres más humildes: encargado de la limpieza del convento; la cruz, y la escoba serán compañeras de su vida. Sirve y atiende a todos, pone los demás por delante sus necesidades.
Profunda humildad que le hacía considerar a todos superiores a él. Su sueño es pasar desapercibido y ser el último”, pero Dios se lo desbarata. Su humildad probada en el dolor de la injuria, envidas e incomprensiones incluso de parte de algunos religiosos dominicos.
Espíritu de Pobreza: vida frugal, abstinencia y vegetariano, solo dos o tres horas de sueño por día, siempre un simple habito de tela blanca con una capa larga de color negro.
Obediencia: dócil a lo que le pedían sus superiores.
Celo apostólico: busca en las calles a personas más abandonadas y descartadas. Enseña la doctrina cristiana y la fe de Jesucristo a los negros, indios y pobres en calles y donde pueda. Fundo el Asilo y Escuela para vagos, huérfanos y mendigos y los ayudo a salir de su situación.
Amor si medida. Ejerce la caridad día y noche. Curando enfermos, dando limosa, a todos los quiere, a todos ama y a todos cura con total entrega, olvidándose de Él. La portería del convento es un desfile d soldados humildes, indios, mulatos. Y negros. Suele repetir: “no hay gusto mayor que dar a los pobres”.
La gente lo llama: “Martin de la caridad”. Cuando ve que s acerca el momento feliz de ir a gozar de la presencia de Dios, pide a los religiosos que le entone el credo y se entrega en manos de Dios: 3 de noviembre de 1939, faltando un mes a los 60 años.
Su muerte causo profunda conmoción en la ciudad.
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