Como en cada celebración de Domingo de Ramos hemos escuchado el relato de la Pasión del Señor, la gente quería que Jesús de verdad les libere pero externamente del imperio romano, pero Jesús les comunica otro tipo de liberación, el quiere liberarnos del pecado del egoísmo de la división, de la soberbia, de estos antivalores no nos permiten vivir en fraternidad, respetando la dignidad de cada uno, fueron las palabras de Mons. Ricardo Centellas, Arzobispo de Sucre en su homilía del domingo 28 de marzo de 2021, día en que la Iglesia celebra y vive el Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa.
Lo interesante de la Pasión de Jesús es que su misión no acaba con la muerte, no acaba en el fracaso, sino que es un paso para la vida nueva. Jesús Resucita, para que su historia, su misión continúe y esté en medio de nosotros, lo celebramos en la Eucaristía y en tantos testimonios de fe.
Domingos de Ramos es una invitación para comprender la pasión de Jesús, que no acaba con su muerte, sino que Él vive y de esta manera nos demuestra que la vida continua. Tendremos momentos muy difíciles en la vida personal, social, familiar que marcan el límite humano, pero hay que seguir adelante porque la muerte no es el fin de la vida no vivimos para morir, sino para vivir.
Lo interesante de la Pasión de Jesús es que su misión no acaba con la muerte, no acaba en el fracaso, sino que es un paso para la vida nueva. Jesús Resucita, para que su historia, su misión continúe y esté en medio de nosotros, lo celebramos en la Eucaristía y en tantos testimonios de fe.
Domingos de Ramos es una invitación para comprender la pasión de Jesús, que no acaba con su muerte, sino que Él vive y de esta manera nos demuestra que la vida continua. Tendremos momentos muy difíciles en la vida personal, social, familiar que marcan el límite humano, pero hay que seguir adelante porque la muerte no es el fin de la vida no vivimos para morir, sino para vivir.
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