Mensaje al Pueblo de Dios: ¡Cristo vive y quiere que vivas!

El Señor Jesucristo en sus apariciones a los discípulos, tal como lo cuenta el Evangelista Juan, les anima a volver a lanzar las redes, a pesar de lo infructuoso de su trabajo.

El Resucitado nos invita hoy a seguir echando las redes a pesar del cansancio y de que en la noche no hubo pesca. Él nos da indicaciones y nos anima para que, bajo su guía, se puedan llenar las redes del Señor con abundancia y vida. 

Cansancio por los sufrimientos y frustraciones

La experiencia de la noche de los Apóstoles, marcada por un trabajo sin resultados, nos sitúa junto a las personas que viven todavía la oscuridad del sufrimiento por muchas razones: la corrupción, en todas sus manifestaciones, que hace sufrir y resta posibilidades para ayudar y servir a los más necesitados: el narcotráfico y la drogadicción que están penetrando cada vez más en la sociedad, sus instituciones y, particularmente, en nuestra juventud, destruyendo sus valores, vidas y familias; la violencia que trae fatales consecuencias tanto a nivel social como familiar, entre otros el maltrato infantil y el feminicidio, así como la frustración y la impotencia que brota de la injusticia, la crisis económica, la pobreza y la marginación.

Para nosotros, creyentes, Pueblo de Dios, como ha afirmado en el mensaje de apertura el Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), “el hecho de la Resurrección nos comunica la liberación definitiva y profunda del pecado y de la muerte. Por consiguiente es el comienzo de una nueva humanidad, una renovación total de la vida  y nos invita a una nueva actitud ante los desafíos que afrontamos en el mundo” .

Ecología Integral

También el Presidente de la CEB nos ha recordado: “El cuidado de la “Casa Común” es uno de los desafíos para el hombre de hoy, en consecuencia, no puede faltar en nuestro compromiso pastoral”. Por esta apremiante necesidad, el Papa Francisco, en octubre de 2017, ha lanzado la convocatoria del Sínodo de la Amazonía, y, en ella nos llama a la conversión ecológica y a la justicia ambiental, urgiéndonos a superar la incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Pequeños gestos del cuidado de la naturaleza ayudarán a crear mayor conciencia de que nuestra vida está estrechamente unida al ambiente que nos rodea, “Casa Común” que Dios nos regaló, y nos harán capaces de generar políticas que favorezcan el cuidado y la protección de la naturaleza por el bien de todos y de las generaciones futuras. 

Ya, el 22 de marzo de 2012, los Obispos de Bolivia, en el documento “El Universo, don de Dios para la vida”, dimos indicaciones concretas para sensibilizarnos en esta problemática, entre otras, organizar “La semana anual  por  la Creación”, prevista para la primera semana de octubre. También sugerimos dar el adecuado tratamiento a los residuos sólidos, promover la plantación y el cuidado de árboles, cuidado del agua, el cultivo y el consumo de productos ecológicos, como pasos concretos para andar. 

En este sentido estamos llamados a promover y proteger, por encima de los intereses económicos y políticos, la vida integral de todos las criaturas con especial énfasis de los seres humanos.

Protección a los más vulnerables

Los abusos sexuales contra menores son una herida abierta en distintos ámbitos de la sociedad y, lamentablemente, también en la Iglesia. En este sentido, ratificamos nuestro compromiso en la defensa de la vida en todas sus etapas y protegiendo a los más frágiles. Queremos reafirmar nuestro compromiso con la protección de menores, la atención a las víctimas, acciones de transparencia, justicia, y tolerancia cero frente a situaciones de abusos a menores en la Iglesia. 

A petición del Papa, como CEB, hemos creado la “Comisión para la Protección de Menores” que tiene como cometido la prevención de los abusos sexuales y la atención a las víctimas, para abordar los casos que se presenten al interior de la Iglesia, recibir denuncias, investigar y actuar con justicia y misericordia.

Participación Democrática

Frente a la cercanía de las elecciones es necesario que los ciudadanos conozcan los proyectos políticos que proponen los candidatos, con la esperanza que sean programas acertados y viables. Reafirmando nuestra vocación democrática, llamamos a una campaña electoral respetuosa de la verdad, y, de unos hacia otros candidatos, pacífica y en igualdad de condiciones. Por otra parte, no se puede aceptar el control o la manipulación de los votos como instrumento de poder; sólo una auténtica libertad, exenta de presión, puede garantizar el ejercicio efectivo de los derechos humanos. Y una verdadera democracia da legitimidad al Gobierno que surge de un proceso electoral transparente y del respeto inviolable de la decisión del Pueblo soberano. Con estos criterios podremos afrontar con serenidad el proceso electoral y echar las bases para una convivencia justa, pacífica y fraterna. 

Jóvenes “el ahora de Dios”

Al comienzo de esta Asamblea hemos agradecido al Papa Francisco que ha puesto en los jóvenes su atención y confianza dirigiéndoles la Exhortación Apostólica “Christus vivit”. En ella los alienta a asumir la vida con responsabilidad y entusiasmo, y “a rescatar algunos tesoros de la Sagradas Escrituras, donde varias veces se habla de los jóvenes y de cómo el Señor sale a su encuentro”

No son el futuro, ustedes jóvenes son el ahora de Dios”, ha afirmado el Papa. Y con el Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Ricardo Centellas, en su mensaje de inicio de la Asamblea, les decimos: “Sean luchadores por el bien común, servidores de los pobres, protagonistas de la revolución de la caridad y del servicio, capaces de resistir las enfermedades del individualismo consumista y superficial”, sin dejarse colonizar por ideologías peligrosas y la cultura del descarte. Aprovechen sus energías positivas que los hacen capaces de tener las puertas abiertas a relaciones auténticas y profundas con Dios y con los demás. Tomen en cuenta lo que les dice el Papa Francisco: “Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida”.

Llamamos a todos, pero especialmente a los jóvenes, a despertar, dejar los egoísmos e intereses y comprometerse con la construcción de una nueva sociedad más humana, más fraterna, que busque siempre la justicia y la paz.

Una nueva “Luz”

La resurrección del Señor, que proyecta una nueva luz sobre estas realidades, nos haga capaces de acoger la vida y la gracia, nos abra a la esperanza y nos dé la fuerza para afrontar las situaciones de sufrimiento y de muerte.

María, Madre de Dios y Madre nuestra, que acompañó a las primeras Comunidades Cristianas, siga siendo para nosotros, como afirma el Papa Francisco: “la mujer fuerte del sí que sostiene y acompaña, cobija y abraza. Ella es la gran custodia de la Esperanza”.

El Dios de la vida bendiga el caminar de nuestro País.

Cochabamba, 7 de mayo de 2019. Los Obispos de Bolivia

 

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