Muy agotado y con el físico disminuido por la enfermedad, el médico altruista Roberto Carlos Anzardo Aguiar continúa, ya son tres años, en su peregrinar por ayuda económica para salvarse del cáncer. Un agresivo Linfoma No Hodking en estadio IIIB, una variedad de cáncer a la sangre, que volvió a su cuerpo cuando lo creía vencido.
En la primera etapa de su enfermedad, en septiembre de 2016 cuando fue diagnosticado, Anzardo tuvo que vender todas sus pertenencias y acudir a la ayuda de su familia, amigos, instituciones y sociedad en general para apostar por su vida y hacer posible el pago de un tratamiento extremadamente caro, como es el cáncer, para atacar directamente a las células malignas
Afrontó incontables noches de dolor y sufrimiento, convulsiones y desmayos para continuar con su terapia y el pensamiento diario en cómo conseguir el dinero. Tras culminar el tratamiento en nueve sesiones, sus médicos le dijeron que el mal había desaparecido, pero debía hacerse una prueba confirmatoria en Argentina, donde existe el equipo especializado.
En Argentina salió todo bien. No tenía cáncer, pero los médicos sugirieron realizar una punción de ganglio para ver si existían aún células tumorales en esa región, y “lamentablemente con la punción se le reactivó el cáncer” desde inicios de este año, contó Felipe Arias, amigo y colega de Anzardo.
“No necesariamente se hace la punción, pero en él se realizó y fue contraproducente, le reactivó el cáncer”, lamentó.
Ahora Anzardo recurre nuevamente a la ayuda de la gente para poder afrontar esta nueva etapa de reactivación del cáncer, pero ahora las condiciones son adversas, porque la gente, los amigos, las instituciones y hasta los familiares se cansan de ayudar.
Con la reactivación del cáncer, su familia le dio la espalda y lo echó de su casa, su padre que tanto lo ayudó falleció, hay instituciones que le cerraron sus puertas y hasta quienes hace un tiempo lo ayudaron, ahora creen que él se está aprovechando y lo tratan de estafador.
“Por parte de la sociedad sí hemos recibido mucha ayuda, el problema es que en algún momento se dijo que Roberto ya estaba sano, y ahora la gente no entiende que ha recaído, muchas personas creen que nos estamos aprovechando, que Roberto solo quiere sacar dinero, pero en realidad las personas no entienden que esta enfermedad se reactiva, vuelve a aparecer, no es tan fácil, esta enfermedad si reaparece es más agresiva, más letal, y muchas personas se han cansado de ayudarnos, muchas organizaciones se han cansado de ayudarnos y se ha vuelto más difícil conseguir el dinero, conseguir el medicamento, porque conseguir una ampolla de Rituximab en 2.500 dólares, creo que nadie gana eso en un mes, ni en dos meses, entonces yo necesito conseguir ese dinero para seis ampollas lo antes posible, es muy difícil”, dijo Arias a ANF.
Así como Anzardo, el médico altruista, muchos enfermos con cáncer padecen de estas consecuencias. Como ejemplo, mujeres con cáncer cérvico uterino son abandonadas por sus esposos, por sus familiares y hermanos, porque ya no soportan el impacto emocional y la derroche de dinero que significa afrontar esta enfermedad.
“Es muy difícil escuchar día a día que nos digan estafadores, que nos estamos aprovechando cuando él está muy enfermo y tiene mucho dolor”, remarcó Arias.
A pesar de los golpes que le da la vida, Anzardo se caracterizó por su solidaridad, ofreció consultas médicas gratuitas para aquellas personas que lo necesitaban. Obsequiaba fármacos para el tratamiento de sus pacientes. Realizó actividades de prevención de varias enfermedades y ofreció sus conocimientos a estudiantes de pregrado y medicina de forma gratuita. Incluso fue reconocido por la Cámara de Diputados por su trabajo siempre altruista. Y hoy, en las críticas condiciones en que se encuentra, sacando fortaleza de donde ya casi no hay, responde consultas médicas desde su cuenta de Facebook. Él es médico especialista en gastroenterología clínica y nutricional y el primer galeno boliviano especializado en obesidad. Destaca por su juventud y las veces que llevó adelante campañas para ayudar a la población, pero ahora pide ayuda para hacer frente al retorno del cáncer.
“Amo lo que hago y estudié… no importa mi estado o como esté. Prefiero irme haciendo lo que amo a en una cama de UTI (Unidad de Tratamiento Intermedio) sólo y sufriendo”, escribió Anzardo en su cuenta personal.
Roberto Carlos Anzardo fue acogido por la familia Felipe Arias, amigos desde hace 10 años, cuando fue expulsado de su casa, y ahora juntos llevan adelante todas las iniciativas que se puedan realizar para conseguir los recursos para el medicamento (rifas, actividades de zumba, baile, etc.) o buscan alguien que pueda donar el fármaco. Necesitan comprar 6 ampollas de Rituximab, cada una a 2.000 dólares.
“Alguna vez haz orado por lograr tu ciclo de quimioterapia? Te imaginas? Esa es mi realidad. Por favor ayúdame!”, es otro de los post de Roberto Carlos en su cuenta de Facebook.
Para cubrir solo el Rituximab, buscan recolectar al menos 10 mil dólares para comprar las primeras ampollas y comenzar el tratamiento. “Tenemos un trato especial con la empresa Quimiza que nos hace una rebaja a 2.000 dólares cada ampolla (que actualmente está en 2.500 dólares), entonces nosotros con cinco ampollas podríamos ya iniciar el tratamiento, y con una actividad comprar la última ampolla, él recibiría quimioterapia una vez cada 28 días, es decir una vez al mes y serían tres meses de quimioterapia”, dijo Arias.
Para tratar esta enfermedad Anzardo no pudo acceder a un seguro de salud porque ningún centro médico cubre la quimioterapia que necesita con el medicamento Rituximab, que es un quimioterápico de última generación que se utiliza para el tratamiento de los linfomas no hodking, específicamente.
Arias dijo que si Roberto Carlos accediera a un seguro, tendría acceso a los otros quimioterápicos que se usan como base, pero no al principal, pero “el Rituximab que es la clave, con el tratamiento y sin el Rituximab sería mucho menos probable vencer al cáncer, estaríamos con un tratamiento de hace unos 25 años atrás”, mencionó.
Felipe Arias agradece la ayuda de la población para su amigo y colega y asegura que gracias a ese apoyo el doctor Anzardo “sigue vivo casi tres años después” de tener el cáncer; mientras que por otra parte lamenta que del Estado “ha sido muy difícil recibir ayuda, muy pero muy difícil”.
“Toda ayuda que pudiéramos conseguir es bienvenida, Roberto necesita la ayuda lo antes posible, para evitar que el cáncer avance, el tiene oportunidad de salvarse ahora”, implora.
“Por favor ayuda… Mi vida depende de tu humanidad. Lo suplico, lo ruego, Dios por favor, compartan esto, ayúdenme con lo que su alma, corazón y humanidad pueda. Quiero vivir!!! No me quiero rendir”, se lee en otro post del médico.
Todo aporte económico es bienvenido y se lo puede realizar en las cuentas bancarias del Banco Mercantil Santa Cruz 4060316589; Banco Unión 110273394 y Banco Nacional 1500918574, todas las cuentas están a nombre de Roberto Carlos Anzardo Aguiar CI 5965911 LP., quien espera tu ayuda. (ANF)
Deja un Comentario