“Nos preocupa, como pastores del Pueblo de Dios en Bolivia, el Proyecto de Ley (PL N° 595/2019-2020 – Ley que coadyuva a regular la emergencia por el COVID-19) que ha sido ya aprobado en la Cámara de Diputados y está siendo tratado en la de Senadores. Es fundamental regular normativamente la prevención, atención y contención de este grave problema de salud, pero en el marco del respeto a la normativa y al ejercicio de la autoridad de las instancias llamadas a hacerlo por ley”, dicen los Obispos de Bolivia en este último comunicado.
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“No busque cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás” (Filipenses 2,4).

En los tiempos difíciles que vivimos a nivel mundial y en Bolivia en particular, por la crisis sanitaria del coronavirus, la Conferencia Episcopal Boliviana eleva su voz de esperanza, desde la seguridad que nos da la fe en la resurrección de Cristo y pide a todos los ciudadanos, especialmente a los que tienen funciones de autoridad en diferentes servicios, altura de miras y actitudes de solidaridad con el pueblo boliviano.

En Bolivia hemos enfrentado muchos desafíos, y el de ahora nos obliga a estar unidos y preocuparnos los unos por los otros.

En este momento la primera obligación de todos es cuidar la salud y la vida de todas las personas que se encuentran en el territorio boliviano y, para ello, tiene que haber un adecuado ejercicio de la autoridad y un cuidado de la paz social.

Nos preocupa, como pastores del Pueblo de Dios en Bolivia, el Proyecto de Ley (PL N° 595/2019-2020 – Ley que coadyuva a regular la emergencia por el COVID-19) que ha sido ya aprobado en la Cámara de Diputados y está siendo tratado en la de Senadores. Es fundamental regular normativamente la prevención, atención y contención de este grave problema de salud, pero en el marco del respeto a la normativa y al ejercicio de la autoridad de las instancias llamadas a hacerlo por ley.

Alertamos que la redacción del artículo 9, en la práctica, podría hacer imposible que la policía nacional y las fuerzas armadas hagan respetar el estado de emergencia, lo que redundaría en desprotección para la población, frente a actuaciones imprudentes e irresponsables.

Recordamos a todos que este no es momento para la política interesada y partidista, sino para buscar juntos el bien común de todos los bolivianos, logrando preservar el valor de la vida y la salud del conjunto de la población.

El estado de emergencia dictado en el país busca el bien común de las personas, y las medidas de apoyo económico a la población más vulnerable están al servicio de las necesidades más urgentes de la población, para aliviarlas, siendo que, en muchos casos, vive situaciones críticas, por lo que animamos a las autoridades públicas a continuar apoyando y preocupándose por los más necesitados, así como agradecemos y valoramos la actitud solidaria de instituciones y personas que se preocupan por los más desprotegidos. Este es momento para la solidaridad y la generosidad, actitudes que nos ayudarán a salir de esta difícil crisis.

Además, las autoridades, escuchando el parecer de los expertos, deben tener un plan prudente para lograr una vuelta diferenciada y progresiva a la actividad social y económica.

Que la Madre de Dios interceda por nosotros y nos ayude a ser prudentes en la búsqueda del bien común en este momento de prueba.
La Paz 28 de abril de 2020

Secretaría General
Conferencia Episcopal Boliviana 

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