Ecos del Sínodo Amazónico

Con el Sínodo llegado a su fin, hacemos un recorrido por todo lo pronunciado por el Papa y por algunos participantes en entrevista con Vatican News. Son palabras de aliento y de esperanza que proyectan el verdadero sentido sinodal.

Palabras del Papa durante el Sínodo Amazónico

Durante el Sínodo, el Papa, atento y en busca del bien de la Iglesia, siempre expresó en gestos y palabras su sentir. Aquí se encuentran algunas palabras pronunciadas por el Papa durante el camino Sinodal.

Durante la Misa de apertura del Sínodo, domingo 6 de octubre, el Papa Francisco dijo que “muchos hermanos y hermanas en Amazonia llevan cruces pesadas y esperan la consolación liberadora del Evangelio y la caricia de amor de la Iglesia y es por ellos y con ellos que debemos caminar juntos”. Además, aseguró que este Sínodo “también es para ellos, para aquellos que están dando sus vidas ahora, para aquellos que han dedicado la propia vida”.

Sin embargo, durante el Discurso de inicio de las Asambleas Generales, lunes 7 de octubre, Francisco señaló que el Sínodo es “caminar juntos bajo la inspiración y la guía del Espíritu Santo, el Espíritu Santo es el actor principal del sínodo” y pidió, por favor, “no echarlo de la sala”. “Ahora hay que dejar que el Espíritu Santo se exprese en esta Asamblea – continuó –  se exprese entre nosotros, se exprese con nosotros, a través de nosotros y se exprese ‘pese’ a nosotros, pese a nuestras resistencias, que es normal que las haya, porque la vida del cristiano es así.”

El sábado 26 de octubre, al final de las Asambleas Generales, el Pontífice expresó su agradecimiento a todos los participantes: “Quiero agradecer a todos ustedes que han dado este testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda, de buscar poner en práctica este espíritu sinodal que estamos aprendiendo todavía a fijar y que todavía no atinamos a completarlo, pero estamos en el buen camino, estamos en un buen camino, y estamos entendiendo cada vez más qué es esto de caminar juntos, y estamos entendiendo qué significa discernir, qué significa escuchar, qué significa incorporar la rica tradición de la Iglesia a los momentos coyunturales.”

Además, las palabras pronunciadas durante la Misa de clausura del domingo 27 de octubre no pasaron indiferente. El Papa afirmó que en este Sínodo “hemos tenido la gracia de escuchar las voces de los pobres y de reflexionar sobre la precariedad de sus vidas, amenazadas por modelos de desarrollo depredadores”. En este sentido, puntualizó que “aún en esta situación, muchos nos han testimoniado que es posible mirar la realidad de otro modo, acogiéndola con las manos abiertas como un don, habitando la creación no como un medio para explotar sino como una casa que se debe proteger, confiando en Dios”.

Palabras de los participantes

Durante el transcurso del Sínodo, Vatican News tuvo la oportunidad de conversar con diferentes participantes directos dentro del mismo: obispos, sacerdotes, misioneras, misioneros y laicos indígenas. Aquí les proponemos algunas frases para recordar.

“Nosotros los creyentes, cristianos, católicos, creemos, y esto es el centro de nuestra fe, que nuestro Dios es el Dios de la Vida. Dios nos ama, es el Dios del amor. La vida y el Amor son la misma cosa. Y Dios comparte su vida con la humanidad. Comparte el regalo del mundo, la naturaleza, la creación con nosotros, con la familia humana. La despreocupación, el desinterés o el descuido humano por la vida, está totalmente opuesto a lo que nosotros creemos, al Dios de la vida”.

Padre Peter Hughes, teólogo y sacerdote misionero en Perú.

 

 “Es una gracia poder participar en este Sínodo representando a la vida religiosa femenina de todo el mundo, traer la voz de la vida religiosa a este espacio es una gracia, así como traer la voz de tantos hermanos y etnias amazónicas; somos parte de una Iglesia que quiere caminar en sinodalidad y en esa diversidad que somos”.

Hna. Zully Rojas Quispe, Misionera Dominica del Rosario,de Puerto Maldonado, Perú.

 

«En este Sínodo las voces de las mujeres indígenas y de las mujeres religiosas que están comprometidas con la Amazonía, traen el dolor, la palabra sufrida de su gente y el testimonio vivo, ya que ellas saben de lo que están hablando.”

Hermana Daniela Cannavina, religiosa capuchina de Madre Rubatto.

 

«Nuestro pueblo tiene mucha esperanza, es un pueblo lindo y el indígena es una persona que conserva siempre la esperanza de que Dios lo va a ayudar a superar esta situación, es por ello que nosotros debemos ser los primeros en fortalecer esa esperanza de estas comunidades en la Amazonía».

Monseñor Jonny Eduardo Reyes Sequera, vicario apostólico de Puerto Ayacucho en Venezuela.

 

«En la medida en que la Iglesia pueda penetrar y comprender la cultura de los pueblos amazónicos, logrará encarnar mejor el Evangelio».

Monseñor Oscar Urbina Ortega, obispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

 

«Participo en este Sínodo con la esperanza de poder hacer escuchar la voz de las comunidades de la Amazonía y el anhelo de que esto fortalezca nuestra identidad y nuestros valores».

José Narciso Jamioy Muchavisoy (maestro) del pueblo Kamsá, del Putumayo en Colombia.

 

Los indígenas «esperan por parte de la Iglesia, que no los dejemos solos, que caminemos con ellos, que seamos una voz a través de la cual ellos puedan expresar su dolor, sus preocupaciones y sus esperanzas.”

Monseñor Luis Albeiro Maldonado, obispo de la Diócesis de Mocoa en Colombia.

 

«Como Iglesia tenemos que ser profetas para acompañar a los hermanos de la Amazonía, en sus sufrimientos y necesidades, denunciando las injusticias sociales».

Hermana Inés Zambrano Jara, Superiora General de las Misioneras de María Inmaculada y de Santa Caterina de Siena, Colombia.

 

“Es esencial rescatar en esa sintonía de escucha, la riqueza cultural de estos pueblos. Es fundamental profundizar en las culturas indígenas, conocerlas y respetarlas. Dialogar y evangelizar «con ellos», renovando nuestros esquemas y estructuras, haciendo un ejercicio de interculturalidad y de inculturación”

Hermana Nelly Sempértegui, religiosa de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, y misionera del Vicariato Apostólico de Jaén en Perú. 

(Ciudad del Vaticano)

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