UNICEF pide que se proteja a los niños de la caravana migrante

La organización intenta ayudar a atenuar el gran impacto que padecen los menores tras haber abandonado sus hogares, y desplazarse en condiciones que ponen a prueba tanto su integridad física como emocional.

Ciudad del Vaticano

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se encuentra detrás de la instalación de tiendas humanitarias para poder ofrecer apoyo psicosocial, alimentos y atención sanitaria a todos los niños, niñas y adolescentes que viajan en la caravana migrante, que partió desde Centroamérica hacia los Estados Unidos. Las instalaciones se encuentran en el estadio Jesús Martínez “Palillo”, de la Ciudad de México.

La crisis humanitaria afecta a los niños

Según ha señalado la UNICEF, los menores sufren las consecuencias de una crisis humanitaria, por lo que ha puesto en marcha servicios de apoyo psicosocial mediante actividades como la lectura de cuentos, ejercicios de relajación emocional y dibujos; además se ofrecen intervenciones de higiene y sanidad, así como la instalación de letrinas móviles.

Con este tipo de apoyo, la organización intenta ayudar a atenuar el gran impacto que padecen tras haber abandonado sus hogares, y desplazarse en condiciones que ponen a prueba tanto su integridad física como emocional.

Ayuda psicológica para enfrentar el estrés migratorio

Medios locales, afirman que la incertidumbre, el estrés y las condiciones del viaje que viven los padres, aunados a las experiencias previas de violencia, generarían un impacto negativo en su salud física y mental de los pequeños, que de no ser atendidos puntualmente, podría convertirse en trauma tóxico que derive en complejos problemas en la edad adulta.

El nivel de angustia y estrés también se reflejan en los niños y niñas, quienes según el personal de la organización no quieren separarse de su madre o padre. Les cuesta trabajo participar en las actividades lúdicas que UNICEF ha organizado en las carpas del estadio y en otros lugares en la ruta; preguntan constantemente si «ya se acabó la violencia” y algunos prefieren regresar al lado de su cuidador en lugar de jugar con otros niños.

Familias obligadas a migrar

«Tristemente, estas circunstancias son parte de la vida diaria de millones de niños de la región. Cada día, las familias que se enfrentan a estas duras condiciones, se ven obligadas a tomar la difícil decisión de abandonar sus hogares, sus comunidades y sus países buscando seguridad básica y un futuro mejor», apunta el comunicado.

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