El presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Pablo Ramos, remarcó ayer que el Gobierno mantendrá la estabilidad cambiaria del dólar estadounidense frente a la moneda nacional porque no se siente un impacto decisivo en Bolivia de los países de la región en crisis.
Ramos subrayó que la política cambiaria se mantendrá porque además las devaluaciones siempre impactan de manera negativa a la población.
“La línea del Banco Central y obviamente del Gobierno es mantener la estabilidad cambiaria, no tenemos ninguna razón, ningún factor que nos induzca a que modifiquemos esta política de estabilidad cambiaria”, manifestó el presidente del BCB.
La caída abrupta del peso argentino frente al dólar y sus efectos colaterales en la región, encendió la alarma en el sector productivo y exportador del país. Los privados pidieron al Gobierno tomar “los recaudos necesarios” con el fin de precautelar la industria nacional y el empleo frente a un posible ingreso masivo de productos de contrabando.
Ramos indicó que algunos sectores, especialmente el exportador, están hablando de la devaluación del boliviano, “pero una devaluación incluso a los exportadores los perjudicaría, porque la devaluación se traduce en alza de costos y eso sería negativo”.
Enfatizó que se va a mantener el tipo de cambio porque si bien hay crisis en los países vecinos, ésta no impacta de manera decisiva “para que nos lleve a cambiar nuestra política” y, por otro lado, destacó que “las devaluaciones son siempre negativas para el pueblo”.
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