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Misioneros Oblatos de María Inmaculada
Los Misioneros Oblatos de María Inmaculada presentes en la Iglesia Boliviana desde junio del 1952, celebran sus 200 de la fundación de su congregación religiosa.
El jubileo de los 200 años se empezó el 25 de enero de 2016 en Roma, y culmina el 8 de diciembre de 2016, en la ciudad de Cochabamba, con una solemne eucaristía en la catedral, presidida por Mons. Tito Solari, Obispo emérito de Cochabamba.
La congregación justamente nació en Francia, en un pueblo llamado Aix-en-Provence. Sería Eugenio de Mazenod (1782-1861), el fundador juntamente con otros sacerdotes de la diócesis de Aix. Los antecedentes son muy particulares, porque justo nace después de la Revolución francesa. La revolución había dejado mucho vacíos e inclusive destrucción de muchas obras de la iglesia. La Iglesia está destrozada y devastada decía Eugenio. Él se dejó interpelar por toda la realidad triste y desolada de este tiempo.
Eugenio De Mazenod quedó conmovido por el estado de abandono en lo que Vivian los cristianos en Provenza. Quiso ser «el servidor y sacerdote de los pobres», y entregar su vida entera. Ante la inmensidad de la tarea, Eugenio de Mazenod acude a unos cuantos sacerdotes para formar un equipo que se encargue de despertar la fe de los cristianos, en especial los más abandonados: los del campo, los jóvenes, los encarcelados, la gente de a pie de la ciudad.
El 25 de enero de 1816, con cuatro compañeros, funda la Sociedad de los Misioneros de Provenza, que se convertirá diez años más tarde en la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, reconocida por el papa León XII. Eugenio de Mazenod Pasa a ser en 1837 obispo de Marsella, y se entrega del todo al servicio de su diócesis que está en pleno desarrollo, a la vez que sigue dirigiendo la congregación por él fundada.
Colocará la primera piedra de Nuestra Señora de la Guarda y de la Catedral de la Mayor en Marsella; otro Oblato, Monseñor Guibert, restablecerá el culto de San-Martin de Tours e impulsará la Basílica del Sagrado-Corazón de Montmartre en París. En 1841, a pesar del pequeño número, la
Congregación no duda en enviar misioneros a Canadá y Estados Unidos, más tarde a Asia (Sri Lanka), a África (Suráfrica y Lesoto). Hoy en día, los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, están presentes en más de 65 países.
El Papa Juan XXIII decía; “La ramita plantada por Eugenio de Mazenod en 1816 se convirtió en un árbol frondoso, que extiende sus ramas a lo largo de dos hemisferios y sabe adaptarse tanto al clima helado del Polo Norte como a los calores sofocantes del Ecuador”.
En Bolivia hubo dos fundaciones, la primera llego a la región del Chaco el año 1925, terminada la guerra del Chaco, los misioneros se quedaron en Paraguay, y fundaron la Misión del Vicariato del Pilcomayo. Ya en 1952 nuevamente los Misionero llegan pero esta vez a los centro mineros del Norte de Potosí y desde ese momento su expansión estuvo en varios departamentos del país, La presencia significativa es porque siempre han dedicado su misión a los pobres y sencillos, a los campesinos y mineros. Actualmente los misioneros están presentes en La Paz, Cochabamba, Norte de Potosí, Oruro y Santa Cruz.