¿Por qué celebramos la Jornada de la Sagrada Familia y cuál es su origen?

Es un día especial que invita a mirar a José, María y al Niño Jesús como modelos para la vida cotidiana

La Iglesia celebra el viernes 30 de diciembre la Jornada de la Sagrada Familia este año con el lema“La familia, cuna de la vocación al amor”.La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús como modelos para la vida cotidiana: Los tres, desde un principio, tuvieron que enfrentar peligros, carencias y dificultades. No obstante, la presencia de Dios en medio de ellos fortaleció el amor del uno al otro de tal manera que salieron adelante. Como familia santa son reflejo de la Trinidad y cenáculo del amor verdadero.

«La celebración de esta Jornada nos muestra que «es hermoso ver a Jesús insertado en la red de afectos familiares, naciendo y creciendo en el abrazo y la preocupación de los suyos. Esto es importante tambiénpara nosotros: venimos de una historia entretejida delazos de amor y la persona que somos hoy nace, notanto de los bienes materiales que hemos gozado, sinodel amor que hemos recibido, del amor en el seno de lafamilia«, expresó el Papa Francisco. «Puede que no hayamos nacido en una familiaexcepcional y sin problemas, pero es nuestra historia—cada uno debe pensar: es mi historia—, son nuestrasraíces: ¡si las cortamos, la vida se seca! Dios no nos creópara ser caballeros solitarios, sino para caminar juntos.Démosle las gracias y recemos por nuestras familias».

Luz para las familias de hoy

La fiesta de la Sagrada Familia, que se celebra dentro de la Octava de Navidad, es una invitación a profundizar en el amor familiar. Es signo del diálogo entre Dios y el hombre y, por lo tanto, padres e hijos deben estar abiertos a la Palabra y a la escucha, sin olvidar la importancia de la oración familiar que sella y fortalece la unión.

Esta fiesta que surgió a partir del siglo XIX en Canadá, y pasó luego a toda la Iglesia a partir de 1920. Al principio se celebraba el domingo después de la Epifanía. Es una fiesta que pretende señalar a la Sagrada Familia de Nazaret como «el verdadero modelo de vida» (Colecta) para que nuestras familias se inspiren en ella y puedan encontrar ayuda y consuelo.

El Espíritu Santo habla a las familias de hoy

El Espíritu Santo sigue guiando hoy a todas las personas, a los matrimonios, a los padres. Pero debemos escuchar al Espíritu que habla en nosotros. El Hijo de Dios vino a nuestro encuentro en un Niño; sólo una mirada de fe sabe captar su presencia. Por eso, es importante recordar que las cosas cotidianas nunca son de poca importancia; que los encuentros cotidianos nunca son inútiles o puras casualidades: hace falta una mirada de fe para captar la realidad más allá de las apariencias. Porque todo es un «lugar» en el que encontramos (o rechazamos) la presencia de Dios. Todo es una señal para los que creen.

Evangelio de la familia

Vivir el evangelio de la familia no es fácil hoy en día, más aún en estos tiempos. Se nos critica o ataca simplemente porque queremos defender la vida desde el vientre materno. Sin embargo, en el Evangelio encontramos el camino para vivir una vida hermosa a nivel personal y familiar, un camino ciertamente exigente, pero fascinante.

Es un camino que podemos recorrer siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret y gracias a su intercesión. En toda familia hay momentos felices y tristes, pacíficos y difíciles. Es la vida. Vivir el «evangelio de la familia» no nos exime de experimentar dificultades y tensiones, de encontrar momentos de feliz fortaleza y momentos de triste fragilidad. Las familias heridas y marcadas por la fragilidad, por los fracasos, por las dificultades, pueden resurgir acudiendo al Evangelio, pueden encontrar nuevas posibilidades para un nuevo comienzo.

Fuente: COPE

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