La película biográfica «The birth» se ha producido con motivo del bicentenario del nacimiento del primer sacerdote católico coreano martirizado a los 25 años en 1846. Este miércoles fue presentado un preestreno de la obra en el Vaticano.
Antes de la Audiencia General de este miércoles 16 de noviembre, en el espacio adyacente al Aula Pablo VI, el Santo Padre se reunió con cerca de 30 personas de Corea del Sur, entre productores y actores de la película The birth, sobre el Santo Andrés Kim Tae-gon, el primer sacerdote y mártir católico coreano. El grupo, que escuchó un discurso pronunciado espontáneamente por el Pontífice, estuvo acompañado por el Cardenal Lazzaro You Heung-sik, Prefecto del Dicasterio para el Clero; el rector del santuario de los santos mártires que el Papa visitó en agosto de 2014; y también la niña que en aquella ocasión ofreció una rosa de plata a Francisco.
En agosto de 2021, con motivo del bicentenario del nacimiento de Andrés Kim, el Pontífice describió al sacerdote como «un testigo ejemplar de fe heroica y un incansable apóstol de la evangelización en tiempos difíciles, marcados por la persecución y el sufrimiento de su pueblo».
Proyección de la película en el Vaticano
Este miércoles 16 de noviembre, a las 17:30 (hora local), se proyectó un adelanto de la película en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano. El evento tuvo lugar después de una conferencia de prensa la semana pasada y antes del estreno de la película en Corea del Sur el 30 de noviembre. La película, del director Park Heung-sik, está protagonizada por el actor principal Yoon Si-Yoon.
En la rueda de prensa, el director dijo que «la película está ambientada en la dinastía Joseon (1392-1910), pero también presenta escenas relacionadas con China, Francia, Gran Bretaña y Filipinas». Sin embargo, como la pandemia limitó los viajes al extranjero, se rodaron imágenes en toda Corea y algunas se generaron por ordenador. Otra cuestión es la de las lenguas, ya que el sacerdote Andre Kim ha aceptado la cultura occidental a través de las lenguas, la educación y la religión. Así, en la película, el actor que interpretaba al mártir, Yoon Si-Yoon, hablaba en francés, latín y chino.
El bicentenario del nacimiento de San Andrés Kim
El 21 de agosto de 2021 se celebraron los 200 años del nacimiento de San Andrés. En el marco de este acontecimiento, la Iglesia que peregrina en Corea del Sur vivió un Jubileo, que inició el 29 de noviembre de 2020 y concluyó el 27 de noviembre de 2021 (último día del calendario litúrgico). Una ocasión favorable para el crecimiento espiritual de la Iglesia en Corea, como explicó a los medios de comunicación del Vaticano en dicha ocasión el ahora Cardenal Lazarus You Heung-sik, entonces titular de la diócesis coreana de Daejeon y responsable de la organización del Jubileo.
«Este Jubileo, afirmó el Purpurado, nos dará a todos la oportunidad de interiorizar la espiritualidad del martirio, que es la savia esencial de la Iglesia en Corea, meditando profundamente la vida de los mártires».
La vida de San Andrés Kim
La película se basa precisamente en la vida del padre Andrés Kim, nacido en 1821 en una familia de principios cristianos. Pero la obra, según la agencia de noticias Yonhap de Seúl, se centra específicamente en el período en el que fue a estudiar a un seminario en Macao, con la ordenación a cuando fue víctima de la opresión religiosa durante la dinastía Joseon. Fue detenido y perseguido, siendo decapitado en 1846 por no querer arrepentirse, con sólo 25 años.
El padre de Andrés, José, también fue asesinado con él. Cuando su hijo fue detenido, se presentó ante las autoridades declarándose cristiano. Fue bautizado por su hijo en la cárcel, antes de recibir con él la corona del martirio. Andrew Kim, junto con su padre Joseph y otros 101 mártires, fueron proclamados santos por Juan Pablo II en 1984, con motivo del segundo centenario de la fundación de la Iglesia católica en Corea. Otros 124 fueron beatificados por el Papa Francisco el 16 de agosto de 2014, durante su viaje apostólico al país, mostrando «con alegre esperanza que el bien siempre prevalece, porque el amor de Dios vence al odio.
FUENTE: Andressa Collet y Sebastián Sansón Ferrari – Vatican News
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