22 de noviembre la Vida consagrada está en vigilia de oración por el continente.

La CLAR, Confederación Latinoamericana de Religiosas y religiosos, invito a toda la vida religiosa del continente a una vigilia de oración para entrar en sintonía con todos los problemas que emergen en América Latina y el Caribe, “Esta hora del Continente evidencia una inconformidad enquistada, un dolor que no ha tenido tregua y que produce una indignación creciente”. Haciendo eco a esta invitación también la Vida consagrada de Santa Cruz, invita a todas las comunidades a vivir esta experiencia de fe.

En esta inquietud la directiva de la CBR Santa Cruz cursó una invitación a todas las comunidades locales para unirnos a este momento de oración importante. Nos motivan la mirada de nuestra realidad, y los últimos sucesos que se tiene en nuestro país y los llamados frecuentes a la oración que nos hacen nuestros pastores. Esta es una gran oportunidad para estar «juntos en nuestras comunidades». Por lo que les pedimos, a todas las comunidades religiosas, para que este viernes 22 puedan hacer una “vigilia de oración por nuestro continente” y en especial por nuestro país. Es urgente unirnos a todo el pueblo de Dios que no se cansa de orar, pidamos al Dios de la vida para que la paz y la justicia lleguen.

Cada comunidad puede organizar este momento tan especial, sea en la mañana o en la tarde o noche y asi compartirlo. Les adjuntamos un guion de esta “Vigilia de oración por el continente” que nos enviaron de la misma CLAR.

También les invitamos a leer, la carta de la directiva latinoamericana y del caribe que nos enviaron desde Roma, después de su visita al Papa. La Carta va a continuación.

 

 

Roma, 13 de noviembre de 2019.

Queridas hermanas y hermanos:

Esta imagen de Guayasamín, titulada “el grito”, expresa con elocuencia lo que contemplamos de una orilla a otra del Continente.

La actual coyuntura nos pone ante la dolorosa verdad de nuestras democracias frágiles y permeadas por la corrupción, nos sitúa justo allí, donde se hace más agudo el clamor de quienes ven vulnerados sus derechos, arrebatada su dignidad, amenazada la paz, bloqueadas las oportunidades de alimentación, trabajo, estudio, participación… Esta hora del Continente evidencia una inconformidad enquistada, un dolor que no ha tenido tregua y que produce una indignación creciente.

Y justo ahora, percibimos en todas las geografías un empeño maquiavélico por polarizarnos, por hacernos olvidar que somos hermanas/os, hijos del mismo pueblo, fruto de una tierra abonada con sudor y sangre. Quienes ostentan de forma indebida el poder, nos quieren divididos, estereotipados, en bandos claramente diferenciados.

En este hoy del Continente queremos invitar a la Vida Consagrada a:

NO DESFALLECER en el empeño por discernir y hacer lectura de fe de la realidad. No podemos acostumbrarnos a las escenas, a las cifras, a los datos, a las circunstancias que evidencian el dolor de nuestro pueblo. Tenemos que estar allí donde la vida fluye y es más compleja. No podemos resguardarnos en la complicidad pasiva de aquellos a quienes el temor paraliza. Lo nuestro será siempre configurarnos con Jesús, y como Él, optar por los últimos, por los más pequeños, por las víctimas.

MANTENER una posición lúcida y crítica frente a los medios de comunicación y no convertirnos en multiplicadores de engaños. Ver, escuchar, leer, confrontar… Ojalá pudiéramos hacer una red de comunicación, que nos permita acercarnos al dolor y a la esperanza de nuestra gente desde la verdad. Muchas/os de nosotros, estamos realmente allí, donde acontece la historia. Las/os invitamos a aprovechar los medios de comunicación de nuestras Conferencias y de la CLAR para hacer que esa versión de la realidad circule, llegue a todas/os y se convierta en motivo de oración, discernimiento y compromiso.

ACOMPAÑAR desde la bondadosa cercanía a las personas que más están sufriendo. Escuchar y no declinar en la esperanza. Favorecer en toda circunstancia la ética del encuentro y del cuidado.

PARTICIPAR E INVOLUCRARNOS en todas aquellas iniciativas comunitarias que, en sintonía con los valores del Evangelio, contribuyen a la vida, a la justicia, a la paz, a la democracia…

ORAR desde la experiencia profunda de la comunión. Las/os invitamos a hacer el 22 de noviembre una Vigilia de oración por nuestro Continente: “No temas pueblo mío” Joel, 2, 21. En torno a Jesús retomar todo el dolor, la inconformidad, la resistencia, la esperanza, el clamor de nuestra gente y pedir la luz que necesitamos para saber cómo y desde dónde situarnos en esta coyuntura.

“El abrazo”, también obra de Guayasamín, nos confiere un envío: ser, desde nuestra identidad de Consagradas/os, expresión que haga creíble la Palabra de Dios: “No temas pueblo mío”.

Que Nuestra Señora de Guadalupe, nos confirme en la opción de caminar junto a los más pobres, hasta que amanezca para todas/os, la esperanza.

Cuenten con nuestra oración y cariño,

 

Hna. Gloria L. Franco Echeverri, ODN                     P. Francisco A. Méndez Serrano, SDB

Presidenta                                                                    I Vicepresidente

Hno. José Sánchez Bravo,                                          FMS Hna. Nancy Negrón Ortiz, MBP

II Vicepresidente                                                         III Vicepresidenta

Hna. María Inés Castellaro, VN                                Hna. Daniela A. Cannavina, HCMR

IV Vicepresidenta                                                       Secretaria General   

 

Recurso Orante Vigilia de Oración

 

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