El día 21 de septiembre llega la primavera y esta trae el día de la amistad, día del estudiante, día del médico, pues es el día del amor. Dado que nos trae todo nuevo para nuestra vida. Este septiembre vale la pena dedicar nuestro tiempo y atención a nuestra propia vida familiar. En este sentido la Parroquia San Martin de Porres organiza, “La noche Romántica”, una noche que permitirá a las parejas a disfrutar de muchos símbolos que nos llevan a revivir el valor y riqueza del amor en el matrimonio. Comprender la vocación el don de amor.
En esta noche romántica se invita a todas las parejas a participar el día 21 de septiembre desde las 19:30 hasta que la alegría se acabe. Habrá, música, vino, cena especial, reflexión y sobre todo renovación de los compromisos matrimoniales. Todo será en los salones de la misma parroquia. Reservas en secretaria de la Parroquia. Teléfono 3- 3526364.
Hoy las familias merecen dedicar un tiempo a revivir su amor y su entrega. Dios nos llamó para compartir y dar todo de nosotros. Tal vez por eso hay que crear espacios que nos acerquen más y más como pareja, para dialogar, discernir y así crecer como familia.
Ya el papa nos invita a reflexionar con las familias.
Lo hizo en Roma y lo replicamos hoy. El Papa Dijo: “Las familias en nuestras parroquias con sus rostros, historias, con todas sus complicaciones, “no son un problema, son una oportunidad”. Oportunidad que nos desafía a despertar una creatividad misionera capaz de abrazar todas las situaciones concretas. No sólo de las que vienen o están en las parroquias, sino poder llegar a las familias de nuestros barrios.
Esta reunión nos desafía a no dar nada ni nadie por perdido, sino a buscar, a renovar la esperanza de saber que Dios sigue actuando en medio de nuestras familias. Nos desafía a no abandonar a nadie por no estar a la altura del deber ser.
Y esto nos exige salir de las declaraciones de principios para adentrarnos en el corazón del palpitar de los barrios y, como artesanos ir plasmando en esta realidad el sueño de Dios, cosa que sólo lo pueden hacer las personas de fe, las que no le cierran el paso a la acción del Espíritu”.
Amoris Laetitia, nos dice, 131. Casarse por amor.
Quiero decir a los jóvenes que nada de todo esto se ve perjudicado cuando el amor asume el cauce de la institución matrimonial. La unión encuentra en esa institución el modo de encauzar su estabilidad y su crecimiento real y concreto. Es verdad que el amor es mucho más que un consentimiento externo o que una especie de contrato matrimonial, pero también es cierto que la decisión de dar al matrimonio una configuración visible en la sociedad, con unos determinados compromisos, manifiesta su relevancia: muestra la seriedad de la identificación con el otro, indica una superación del individualismo adolescente, y expresa la firme opción de pertenecerse el uno al otro. Casarse es un modo de expresar que realmente se ha abandonado el nido materno para tejer otros lazos fuertes y asumir una nueva responsabilidad ante otra persona. Esto vale mucho más que una mera asociación espontánea para la gratificación mutua, que sería una privatización del matrimonio. El matrimonio como institución social es protección y cauce para el compromiso mutuo, para la maduración del amor, para que la opción por el otro crezca en solidez, concretización y profundidad, y a su vez para que pueda cumplir su misión en la sociedad. Por eso, el matrimonio va más allá de toda moda 102 pasajera y persiste. Su esencia está arraigada en la naturaleza misma de la persona humana y de su carácter social. Implica una serie de obligaciones, pero que brotan del mismo amor, de un amor tan decidido y generoso que es capaz de arriesgar el futuro.
Reserve su entrada.
Oficina Parroquia San Martin de Porres.
Av. Roca y Coronado 2320 entre 2do y 3er anillo
Teléfono. 3- 3526364. WhatsApp 78100751.
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