San Martin de Porres uno de los santos más impactantes de toda américa Latina porque es, en plena colonia que sería reconocido por sus grandes milagros. Pero su sencillez y su fortaleza por conocer y dejar a Dios en su vida fue que permitió que muchos conocieran al Señor. El Santo de la Escoba hoy sigue inspirando hacia un cristianismo más sencillo y servicial. Hoy 3 de noviembre se lo recuerda porque un día como hoy fallece y en 1962 es declarado Santo.
Una de sus frases que popularmente se lo conoce dice: “La verdad es humildad. No es una falsa humildad que existe solo en el exterior, sino que todo lo consume y es convincente”.
San Martin de Porres, nació el 9 de diciembre de 1579 en Lima, Perú. Sus padres fueron Martín de Porres Velázquez y sus padres fueron: Juan de Porres y Ana Velásquez, En 1581 nació Juana, su única hermana.
Fue bautizado en la misma pila bautismal en que siete años más tarde lo sería Santa Rosa de Lima, en la iglesia de San Sebastián.
En 1594, entró en la Orden de Santo Domingo de Guzmán. Después de largos y denodados esfuerzos, se le concedió el hábito de religioso en 1603.
Ya en el convento ingreso de pleno como un gran servidor y se le conoce por sus múltiples servicios que realizo en el mismo convento.
Se dice que San Martin fue un gran servidor de los pobres, sencillos, enfermos. Era un enfermero y hortelano herbolario. También se cuenta que él era un cultivador de las plantas medicinales que aliviaban a sus enfermos, que lo visitaban de todo lado.
San Martin de Porres fallecerá el 3 de noviembre de 1639, en Lima. Y en 1837 fue beatificado por el Papa Gregorio XVI. Después de muchos años y gracias a muchos milagros que se realizaron en su nombre, recién el en Siglo XX, seria canonizado, por el Papa Juan XXIII el año 1962. Fue canonizado en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, convirtiéndose en el primer mulato de la iglesia católica.
Es el santo patrono de muchas parroquias, capillas, centros de salud. Pero también en Perú es el santo patrono de la Justicia Social.
Una oración a san Martin,
Oh, bienaventurado San Martín de Porres, fiel siervo de Dios, tú que llenaste siempre los corazones de las personas más necesitadas y con menos oportunidades y que no dudaste ni un segundo en cuidar con esmero aquellos seres, te pido que hoy escuches mis peticiones para que hagas llegar esta plegaria hasta los cielos, y Dios me pueda ayudar con esta situación que tanto me atormenta.
En este momento me comunico contigo para pedirte que ruegues por mí, para que todo comience a ser un poco más sencillo en mi vida. Concédenos tu milagroso apoyo para que cualquiera de los seres que habitan este mundo pueda superar cualquier tipo de enfermedad que haya despertado una gran preocupación por su parte, y por parte de sus allegados.
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